Me he referido en algunas ocasiones a decisiones de la Corte Constitucional particularmente polémicas. En temas como el aborto de una mujer víctima de violación, el matrimonio igualitario o el consentimiento de menores de edad en el ámbito sexual, me parecía obvio suponer que en las sentencias se encontrarían votos salvados. Un tribunal constitucional, en un país respetuoso de las distintas ideologías, no puede tener un pensamiento uniforme en tales materias. También era obvio, por la misma razón, que aquellas decisiones recibirían de la opinión pública adhesiones y críticas.
Pero ahora debo insistir en que la Corte tiene la obligación de afrontar tales casos, por complejos o controvertidos que fueren, pues para eso precisamente se constituye este organismo. El control de la constitucionalidad de las leyes y otras normas de carácter general y de los actos administrativos de toda autoridad pública, es una tarea esencial en un régimen democrático de derecho. Lo que se espera, por supuesto, es que sus sentencias estén debidamente sustentadas.
Y esto me lleva a referirme al actual proceso de designación de sus nuevos integrantes. Con el sistema constitucional vigente, estos procesos están sujetos a debilidades, que se producen sobre todo en la nominación de candidatos. Pero en las actuales circunstancias es inoportuno detenerse en comentarios sobre este tema. El proceso está por concluir y lo que se espera es que la Comisión Calificadora cumpla su trabajo y escoja a los mejores de los postulantes, pues la Corte tiene todavía mucho que corregir en las leyes aprobadas en los años pasados, para que puedan ser aceptables en una sociedad democrática.
Sobre elmecanismo de designación, en este y otros casos (organismos electorales, contralor, superintendentes) con la inevitable y peligrosa participación del inefable Cpccs, por supuesto que hace falta una reforma constitucional. A eso debería dirigirse el esfuerzo gubernamental, y no a la inexplicable propuesta de eliminar el Consejo de la Judicatura. Pero este tema merece una ampliación.