Tarea de los candidatos

Quien sea candidato a la presidencia de la República debe decir cómo va a restablecer el crecimiento económico sin retrocesos sociales, qué políticas públicas democráticas aplicarán para que la economía funcione bien para todos, tanto para los dueños del capital como para los trabajadores formales y vulnerables. Usualmente las campañas electorales se reducen a ofertas irresponsables y demagógicas, para agradar al potencial elector, pero ahora cuando la población es más exigente e informada y quiere saber cómo y con qué van a cumplir con sus ofrecimientos.

Cómo van a resolver el déficit fiscal es una cuestión socialmente tan delicada que requiere un tratamiento cuidadoso y un cúmulo de saberes, so pena de profundizar la recesión y alargarla en el tiempo. De otro lado, todos van a decir que el motor del crecimiento será las inversiones privadas atraídas con medidas de confianza, que confieran certidumbre y estabilidad jurídica. Decir es fácil, pero los candidatos deben esbozar en cuales medidas están pensando para que los ecuatorianos que tienen capitales afuera tomen el riesgo de traerlos y los extranjeros que crean en el país también lo hagan.

Como la fuente de la inversión pública se ha secado, los candidatos deben saber con qué recursos harán las obras de infraestructura prioritarias para el país y cómo financiarán el mantenimiento de lo ya hecho, si buscarán nuevos inversionistas privados o contratarán préstamos. Cuáles son las obras de infraestructura que se priorizarán para que no ocurra lo que a este gobierno con la Refinería del Pacífico o los aeropuertos vacíos de pasajeros. Qué tipo de innovación tecnológica aplicarán para modernizar la agricultura y la agroindustria para alcanzar la “competitividad productiva” e insertarnos eficientemente en el comercio internacional.

Los candidatos deben decirnos cuál va a ser la política presupuestaria, tanto en ingresos como en egresos, es decir definir el tamaño de lo estatal. Cuál va a ser la política de austeridad indispensable para eliminar lo innecesario e inútil y acabar con el desperdicio del dinero sagrado de la Nación.

Los electores queremos saber qué van a hacer para mantener la dolarización y al mismo tiempo alcanzar una competitividad productiva que dote de dólares indispensables para financiar el desarrollo nacional. Es hora de pasar de lo teórico a lo práctico, del discurso demagógico a la compleja realidad.

Con honestidad intelectual deben decir qué de lo hecho por el gobierno de Correa van a mantener y lo que piensan cambiar, o quieren refundar el país en 4 años. Esto es muy importante para saber si no estamos frente a vendedores de humo.

O si van a renegociar la deuda externa cara y de corto plazo y con qué poder de negociación. O si van a acudir al Fondo Monetario Internacional para hacer acuerdos que impliquen compromisos impopulares de alta intensidad.

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