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Sorpresivamente se marcharon -o les hicieron marchar- dos figuras del octavo (casi noveno) año de Gobierno del Jefe Rafael. Se fueron nada menos que doña Nathalie Cely y don Pabel Muñoz, la dama de la Alianza Público-Privada y el conductor del Gran Diálogo que, según todos los indicios, no fue tal.
¿Quién reemplaza a Nathalie, la exembajadora en Washington y luego exministra coordinadora de la Producción,el Empleo y la Competividad? Pues uno de los hermanos Alvarado, Vinicio, quien venía desempeñando por segunda vez las funciones de secretario general de la Administración Pública, siempre importante pero no tanto como el Ministerio de la Producción, a estas alturas de la historia correísta.
¿Qué pasó? Pues Nathalie y Pabel se despidieron agradeciendo mucho al Gran Jefe. No hubo pelea. ¿Entonces? Pues una breve encuesta entre amigos nos dice que con la jugada presidencial y el nuevo paso dado por Vinicio Alvarado -un ascenso, sin duda- vuelve a funcionar a plenitud el “super-cuarteto” que constituye la ‘mano derecha’ de Correa desde el 2007: Ricardo Patiño, Alexis Mera y los hermanitos Alvarado. Uno de ellos -Vinicio- estaba un poco relegado y ahora asciende a figura destacada del Gobierno aliancista. Eso es lo que pasa.
Nadie duda de la capacidad de doña Nathalie. Más aún, es bien vista por el sector privado. Pero una figura del cuarteto permanecía un poco relegada y merecía, según el Jefe Correa, un puesto de relieve, más aún si goza de la confianza plena del Presidente. Realmente, la tarea que está ahora en manos de Vinicio Alvarado es importante y hasta hoy ha marchado a medias. La realidad es que el Ecuador vive la hora de las vacas flacas y en estos casi nueve años funcionó solo el sector público. La situación requiere, pues, una alianzas con el sector privado, que puede rendir frutos si se la maneja con interés y buena disposición. Ya veremos.
El cuarteto ‘mano derecha’ nació en enero del 2007. Patiño va por su cuarto Ministerio y es el hombre orquesta que trabaja duro, sobre todo en sus meses de vacaciones. Alexis está sentado a la diestra del Jefe, listo para brindarle sus consejos, preparar las decretos y de vez en cuando mandarles al Cairo a los arzobispos. Fernando Alvarado no descansa un minuto en la propaganda del Gran Jefe y en ordenar las cadenas informativas, cada día más largas. Vinicio es por ahora una incógnita. Sin olvidar, por cierto, que por más influyente que sea el cuarteto en este país el que manda y sus órdenes son sagradas es el que sabemos. Rafa.
Pabel Muñoz, el otro renunciante, trabajó duro y parejo en el diálogo que, para su mala suerte, le encomendó el ‘Súper’. Parece
que ha sido cierto lo que dicen los adversarios y que el diálogo fue solo con los aliancistas y sus alrededores. Desde mañana le reemplazará doña Sandra Naranjo, la ministra de Turismo que ha sido muy cercana al Jefe Rafael en la investigación para el libro de cabecera ‘Ecuador: de Banana Republic a la no República’ y ahora colaborará en el libro ‘El Diálogo sin Pabel’.