La mejor “encuesta” es hablar y escuchar a la gente, en la panadería, en la tienda, en el bus y en el taxi. ¿Qué dicen del gobierno, la clase media y varios sectores populares? Se escucha un rechazo creciente que se generaliza bajo múltiples formas…
Para muestra un contundente botón: en el Estadio Olímpico, en el fútbol, la multitud se acostumbra a gritar: “fuera, Correa, fuera”… por cualquier cosa que le incomoda, porque se va la luz, o la fila muy larga. El “fuera Correa….”, es parte del chiste y del desahogo de las masas.
En las próximas semanas, a medida que avance la crisis económica, y sigan multiplicándose las inexplicables “meteduras” de pata del régimen, el repudio y la bronca contra el poder se incrementarán. Conclusión: Alianza País, sea quien fuere su candidato… pierde las elecciones presidenciales del 2017.
La única manera de ganar sería manipulando los resultados, a través de un fraude, dice la oposición. ¿Este es un escenario probable? No sabemos. Lo que sí sabemos, señalan los críticos, es que este método fue utilizado, por Maduro, para llegar al poder en Venezuela. ¿Estas malas prácticas del hermano mayor de los chicos del socialismo del S. XXI podrían reproducirse en nuestro bolivariano suelo? Tal vez. Por esto, para curarse en salud, los partidos opositores claman por control, al CNE y al gasto electoral, particularmente del gobierno.
La imagen de Maduro se relaciona con la carencia, en uno de los países más ricos del mundo en recursos naturales, del papel higiénico, tan necesario para dar dignidad e higiene, a una de las necesidades más íntimas del ser humano. Maduro se lo relaciona también con degradación, autoritarismo y corrupción. Su imagen recuerda a esos miles de venezolanos, vistos las últimas semanas en la TV, corriendo por las fronteras de Colombia, para comprar alimentos, medicinas y útiles de aseo personal. Por cierto, el gran beneficiario del fracaso económico de los gobiernos “progresistas”, es Colombia. Ipiales, se llena de ecuatorianos comprando lo que sea, y la Cúcuta colombiana, se llena de venezolanos, haciendo lo mismo. ¡Viva el socialismo del S. XXI!, dice el presidente Santos, en sus adentros.
La sombra de Maduro gravitará en el próximo proceso electoral en el Ecuador. Si la oposición no es inteligente y sensible, seguramente tengamos un Maduro ecuatoriano, sentado en Carondelet en mayo del 2017. Sin embargo, las imágenes y chanchullos de Maduro, los Kirchner, y Rousseff , serán exhibidos por los inconformes, como ejemplos a no seguir jamás, por una política con ética, anhelada por la mayoría de ecuatorianos. De hecho, Alianza País, no sabrá como deshacerse de estos símbolos de corrupción, uno de cuyos representantes se exhibe al pie del costoso elefante blanco de la Mitad del Mundo.