El Ecuador entero festeja alborozado los 90 años del Arq. Sixto Durán Ballén, ex presidente de la República. Su presencia como jefe de estado ha sido reconocida, no obstante algunas críticas, como uno de los ejercicios presidenciales más positivos.
Vista en conjunto su labor durante su paso, como alto dirigente nacional por diversos organismos públicos, se puede aseverar, sin duda alguna, que es uno de los mayores constructores a lo largo y ancho de toda la geografía patria. Baste citar, para ello, su excepcional obra, como encargado de Galo Plaza de la reconstrucción de Ambato tras el asolador terremoto de 1949. Su acción como ministro de obras públicas, en el gobierno de Camilo Ponce, tal vez no tiene precedentes dada la importancia de sus numerosas realizaciones, particularmente en Quito y Guayaquil.
Electo alcalde del municipio capitalino, sus aptitudes como gran ejecutor de vías y edificios son singularmente notables. Febres Cordero le nombró para dirigir la Junta Nacional de la Vivienda y el BEV donde continuó con acierto los planes ya en marcha e inició otros. Tan larga y eficiente trayectoria rubricó la trascendencia de Sixto como notable e innovador urbanista y planificador.
Postulado tres veces para ejercer la presidencia de la República triunfó a la tercera y, pese a la usual inestabilidad política que ha caracterizado al país, fue de los pocos presidentes que cumplió su mandato de cuatro años, en los cuales demostró una vez más sus probadas aptitudes y experiencia. Durante su mandato afrontó dos graves hechos que pusieron a prueba su temple. Los derrumbes e inundaciones que originaron el gran represamiento de agua en la zona conocida como La Josefina, con grandes daños para la población civil del Azuay, y la victoria militar en el Cenepa cuando ante la última agresión peruana el país, como una sola persona, respondió a la patriótica consigna del presidente Durán Ballén: “¡Ni un paso atrás!”. Si se añaden sus diversas actuaciones internacionales como alto funcionario del BID, embajador en Londres o miembro del Directorio Internacional para la Custodia de Jerusalem, la ‘ciudad santa’, el prestigio de Sixto se ha mantenido incólume.
Dos aspectos fulgurantes de su personalidad han sido, ante todo y siempre, su profunda fe religiosa y su hombría de bien.
Recto, sin mezquindades, resentimientos ni venganzas, sencillo en su proceder, ni engolado ni protocolario, ha logrado obtener el reconocimiento general, alcanzando en sus elecciones para la alcaldía, presidencia y diputaciones, apoyos mayoritarios que le han dado singulares e innegables triunfos.
Nacido en Boston, el 14 de julio de 1921, el ex presidente Durán Ballén, y con él todo el Ecuador, celebra su nonagésimo aniversario. Desde esta columna me es particularmente grato felicitarle.