Los cientos de sindicatos que todavía quedan en el Ecuador se alistan para la tradicional movilización por el Día del Trabajo. Como parte de los preparativos se han desempolvado los manifiestos que durante decenas de años han sido la bandera de lucha de estas organizaciones. Para esta marcha, además de la histórica consigna: ‘la clase obrera unida jamás será vencida’, se añadirán frases para despedir al actual Gobierno, rechazar la corrupción, exigir un alza salarial, seguridad social, etc.
Mientras en Ecuador se repite este tradicional repertorio cada Primero de Mayo, el mundo debate y analiza cómo responder al desarrollo tecnológico y los desafíos que impone la Cuarta Revolución Industrial. Es decir, la incidencia de la evolución de la robótica, nanotecnología, realidad virtual, Internet de las Cosas, impresión 3D, inteligencia artificial. También se analiza si en el futuro los robots pagarán impuestos; eso, porque ‘las máquinas reemplazarán’ a un número cada vez mayor de trabajadores, incluso a quienes tienen empleos calificados.
Por ejemplo, un estudio elaborado en el 2013 por la Universidad de Oxford aplicado a unas 700 profesiones en EE.UU. determinó que un 47% de ellas estaban en alto riesgo de convertirse en oficios automatizados.
De vuelta al país, si bien el desarrollo tecnológico plantea un derrotero cada vez más cercano, el fomento del empleo pasará por la aplicación de políticas y reformas -desde el Gobierno- que permitan poner en marcha una normativa laboral ágil, contemporánea y flexible, de acuerdo con los requerimientos de las empresas y del Estado. Si a eso se acompaña con un sólido sistema de seguridad social, sin huecos financieros, así como una permanente capacitación técnica, el país habrá dado un paso importante en su desempeño productivo. Pero lo más importante es que no hay tiempo que perder
Mientras eso sucede, el lunes se volverán a escuchar en las calles las históricas consignas del movimiento obrero, de la lucha de clases, del ‘pueblo unido jamás será vencido’.