Han pasado 6 meses desde que el Presidente en un enlace sabatino en Vinces habló pestes de los países aportantes a la Iniciativa Yasuní-ITT, invitándoles a que se metan los centavitos por las orejas y descalificó a la anterior Comisión Presidencial encargada de promover la Iniciativa y de levantar cuando menos, 3.500 millones de dólares en el mundo industrializado.
El desafuero presidencial provocó la renuncia de los miembros de la Comisión, incluyendo el Canciller. La opinión pública, que respalda mayoritariamente el proyecto, se quedó perpleja. La impresión generalizada fue que el gobierno está mas interesado en explotar petróleo que en conservar la biodiversidad.
Las autoridades anunciaron que no hay nada más importante en el mundo que la Iniciativa Yasuní-ITT y que el compromiso de que se concrete era irrenunciable. Entonces se organizaron la bicoca de tres comisiones en vez de una: la política, la técnica y la de promoción.
Para conseguir aportes reales de países como Alemania, España y Bélgica se necesitaba establecer un fideicomiso con Naciones Unidas. A mediados de febrero estuvo listo el texto ajustado a los requerimientos de la Presidencia y la Ministra de Patrimonio anunció que el fideicomiso se firmaría con motivo de la Cumbre de los Pueblos en Cochabamba que trataría el tema del Calentamiento Global. La Cumbre se celebró con el descubrimiento del Presidente Morales que comer pollo altera las preferencias sexuales de los hombres y que la Coca Cola produce calvicie. De la Iniciativa Yasuní-ITT no se dijo nada, ni se firmó fideicomiso alguno.
Desde entonces no hay más noticias oficiales sobre el Yasuní-ITT. Lo que si ha habido es anuncios sobre el avance de la Refinería del Pacífico que utilizará el petróleo del ITT, así como la propuesta de Petroamazonas de que están listos a explotar las dos TTs del ITT.
Será que esperan que nos olvidemos que existió una propuesta ecuatoriana que llamó la atención del mundo por su creatividad y valentía? ¿Será que creen que no es importante que esta Iniciativa proponga ideas de avanzada sobre el uso de la energía, el valor de la biodiversidad y la reducción del calentamiento global? ¿Será que consideran que el deseo de abastecer a las futuras generaciones con energías renovables es una aspiración ingenua alejada de la real política? ¿Talvez piensan que es un planeamiento pasajero tener un gobierno no rentista y democrático, que use los recursos con prudencia y responda al contribuyente?
Cualquiera que sean las ocultas intenciones de los gobernantes, dejar en el limbo este proyecto sería una histórica irresponsabilidad que les pesará moralmente por siempre. Mientras tanto los ecuatorianos seguirán en vigilia, atentos a que se evite un planeado engaño.