Ya que estamos con la coyuntura para elegir a un nuevo Presidente de la República, veamos si los dos candidatos se han pronunciado sobre cómo enfrentar el cambio climático y así reducir el impacto de los inviernos cada vez más destructivos o las sequías.
Hasta este momento no los hemos escuchado decir nada al respecto y tampoco está entre sus líneas fuertes de trabajo.
Si vamos a empezar un nuevo ciclo presidencial sería bueno que nos dijeran qué harán de aquí en adelante y que se siente un precedente en el país, sobre todo, estableciendo una política de estado.
Si necesitan argumentos, los tienen de sobra con esta temporada invernal, que ha sido muy destructiva. La Secretaría de Gestión de Riesgos nos reporta todos los días las cifras del desastre: desde enero hasta acá han fallecido 12 personas, se han destruido 106 viviendas, 538 personas están damnificados y 4 967 familias están afectadas.
Esos son los daños personales, pero hay destrozos a la infraestructura, sobre todo de la vialidad. En su reporte vespertino de ayer, Riesgos detalló que 30 tramos viales de carreteras de primer, segundo y tercer orden estaban cerrados o habilitados parcialmente, por causa de los deslizamientos o inundaciones por las lluvias.
El cambio climático ha hecho que las lluvias de este invierno rebasen los promedios normales, a tal punto que siete provincias están declaradas en alerta naranja.
No es la primera vez que el país se destruye en cada estación lluviosa. Cada año hay damnificados, se pierden vidas, viviendas, tierras cultivadas, vías y puentes; además, hemos pasado por dos fenómenos de El Niño: 1982-1983 y 1997-1998. Es decir, siempre se está perdiendo inversión cuantiosa.
Han pasado más de 30 años desde que presenciamos el desastre que dejó El Niño y hemos tenido 10 gobiernos y muy poco se ha debatido de cómo afrontar el cambio climático.
Nos preguntamos: ¿será esta nueva época presidencial la oportunidad para hacerlo?