Si Hugo Chávez creía que todo el espectáculo que montó y la manipulación de las noticias sobre su enfermedad, su estancia en Cuba, su recuperación milagrosa, -cuasi resurrección-, y su retorno triunfal a Miraflores cubierto con la nueva capa de superhombre invencible, le iba a venir bien a su alicaída imagen, quizás se equivocó.
La noticia o, mejor dicho, el secreto de su enfermedad, de sus operaciones, -las que hayan sido- y de su internación en Cuba, fueron como una especie de certificación definitiva e inapelable de la condición dictatorial del régimen chavista. Se le dedicó mucho espacio en los medios y como primera cosa el secretismo se tomó como un hecho propio del sistema dictatorial impuesto por Chávez. Al informar se destacó la flagrante violación a la norma constitucional (que no asumiera el Vicepresidente-) y la sumisión de los otros dos poderes del Estado. Con respecto al manejo de la noticia específica de la enfermedad, se le comparó con otros casos históricos: Mao, Bréznev, Stroessner, Franco, Kim Jong-il de Corea del Norte y el propio Fidel Castro, ninguno de ellos con debilidades democráticas. Algún articulista habló hasta de Tirano “Mangueras”, parafraseando al personaje de Valle Inclán.
La relación con Cuba obviamente fue una constante en todos los medios durante varios días, haciéndose hincapié en esa especie de “subsidio” venezolano a la economía cubana del orden de USD 6 000 millones anuales, que en parte se concreta en 100 000 barriles diarios de petróleo a bajo precio, que a su vez Cuba revende, y como contrapartida la presencia de decenas de miles de profesionales cubanos en Venezuela. Entre estos muchos médicos, pero también expertos y asesores militares y de inteligencia “muy bien colocados en lugares claves de contralor y vigilancia”. Notoriamente ese cogobierno de Venezuela entre Fidel y Chávez, llamó la atención.
Las datos de la economía de Venezuela- uno de los mayores productores de petróleo del mundo- generaron mucho espacio. Es que son los peores de la región: mayor inflación, menor crecimiento, escasez de productos básicos, mercado negro (varios productos de primera necesidad y moneda), mayor criminalidad, menor reducción de la pobreza, creciente corrupción. Todo informado con lujo de detalles y cifras. Como dijo un comentarista, sino hubiese sido por el petróleo, Chávez habría logrado que Venezuela se ubicara por debajo de Haití.
El secreto ha servido para tener una idea sobre las “garantías” que tendrá lo oposición en las elecciones del 2012. Ello según surge de lo dicho en estos días; una. El hermano del mandatario, Adán Chávez, quien sostiene que no hay que limitarse solo a lo electoral para obtener el poder.