Secretario de la ONU
A pesar de las crudas confrontaciones políticas que se están dando en Ecuador, por las preguntas del Presidente en el referéndum y consulta popular, el informe de la veeduría ciudadana sobre contratos relacionados con su hermano y presos por los eventos del 30-S, poca atención dieron los medios de comunicación a la visita de Ban Ki-moon, Secretario General (SG) de las Naciones Unidas.
Pocas veces Ecuador es visitado por funcionarios internacionales del nivel del SG y esto denota la preocupación del mundo sobre nuestro país y frágil democracia. Sus declaraciones en inglés no fueron adecuadamente resaltadas por la prensa escrita, radio o televisión. Acudí al Internet para conocer lo expresado por el ilustre ex canciller coreano: “He venido a Ecuador a mostrar mi apoyo. Sé que ustedes están todavía recuperándose de los eventos de septiembre pasado. Entonces expresé mi apoyo a las instituciones democráticas de Ecuador y a su Gobierno. Ahora estoy aquí para respaldar al Gobierno y pueblo de Ecuador”. Al respecto agregó que confiaba que con diálogo, Ecuador continuaría fortaleciendo sus instituciones, avanzar en desarrollo y forjar solidaridad.
Después de observar que la nueva Constitución es positiva en cuanto a derechos de los pueblos indígenas, dijo que estaba consciente de problemas en su implementación y cambios que se deben hacer, afirmando: “A través de este proceso, es crucial que todos respeten la vibrante diversidad de Ecuador. Y espero que todas las diferencias sean resueltas con diálogo”. Dijo que este mensaje era esencial para todos los pueblos: “Los líderes deben hablar con los miembros de la sociedad civil, los medios y entre ellos. Así es como se alienta el entendimiento. Así es como avanzamos juntos. Respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales son la base de la estabilidad”.
No hizo públicamente más alusiones, pero debemos suponer que en privado, el SG comentó al Presidente sobre la prisión del coronel Carrión, los ataques al veedor Chambers y preguntas en la consulta que buscan concentrar poder, limitar la libertad de prensa y acción ciudadana.
Difícilmente el Presidente acogerá las recomendaciones del máximo funcionario internacional, en la respuesta que dio en la rueda de prensa sostuvo que esas acciones (de diálogo y reconciliación) las ejecuta solo con ciertos grupos, tricicleros o informales, mas no con los que supuestamente intentaron asesinarlo el 30-S. Creo que tampoco lo hará con los veedores ciudadanos que discrepen con él, o con los que nos oponemos a la concentración de poder, a que se coarte la libertad de expresión y se limiten las acciones productivas de los ciudadanos.