¿Muchos partidos?

En días pasados acaba de publicarse en este diario una nota periodística de la situación actual de las organizaciones políticas en el Ecuador. Para sorpresa de muchos, están habilitados cerca de 276 partidos y movimientos.

Este dato, en lugar de ser tomado como positivo, ya que podría significar que cada una de las organizaciones políticas en mención representa legítimamente a sectores específicos de la sociedad, podría ser tomado como negativo. Es decir, como un indicador más de la crisis de credibilidad de las organizaciones políticas en el Ecuador.

De acuerdo a una encuesta realizada por Cedatos a 1034 personas, el 59% de los ecuatorianos no tiene afinidad por los partidos y movimientos existentes. Es decir, apenas el 41% de la población estaría inclinada a votar en las seccionales a favor de alguna de las organizaciones políticas registradas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Esto nos puede llevar a concluir no solo que hay demasiadas organizaciones políticas sino que hay un descontento generalizado con el papel que han venido cumpliendo. Desde el retorno a la democracia en 1978, si bien han tenido el monopolio de la acción política han sido incapaces de cumplir con las funciones mínimas de representación y canalización de intereses.

Los partidos políticos, en términos generales, deberían dar forma al funcionamiento de la democracia. Dominar la política electoral. Posibilitar la competencia política. Proporcionar símbolos que orienten al electorado. Tomar posición frente a cuestiones claves que dividen a la sociedad. Sin embargo, buena parte de estas funciones no se han cumplido, sean partidos y movimientos de izquierda, centro o de derecha. He ahí la razón de ser de la crisis, de la poca credibilidad y alta volatilidad (cambio de preferencia de una elección a otra).

Pero aunque pueda parecer contradictorio lo que voy a decir, quiero aclarar que no debería preocuparnos que actualmente estén registradas 276 organizaciones políticas ya que el sistema electoral vigente tiende a reducir el “número efectivo de partidos (NEP)”.

Si antes teníamos un sistema de partidos “multipartidista”, con la aprobación del Código de la Democracia en el 2009 y la entrada en vigencia de dos métodos de asignación de escaños (D’hondt y Webster) hemos pasado a tener un “sistema de partido predominante”. Si bien puede haber muchas organizaciones políticas, el método de asignación de escaños hace que pocas logren un puesto en la Asamblea Nacional o en un Concejo Municipal. Esto explica que Alianza País haya tenido, tras las elecciones del 2013, el 73% de la Asamblea con apenas el 57,1% de los votos.

La ley habla de umbrales de entrada y de salida (requisitos para la creación y extinción de los partidos políticos). Esto tampoco se ha cumplido. Esta es la razón por la cual hay un número exagerado de fuerzas políticas. Datos y reflexiones para una necesaria reforma del Código de la Democracia.

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