El sarampión mata a miles de niños

Lyndal Rowlands
IPS
El sarampión sigue siendo una de las ­principales causas de mortalidad de niños y niñas de corta edad en todo el mundo, a pesar de que existe una vacuna contra la enfermedad.La mayoría de las 145 700 personas que murieron de sarampión en el 2013 eran menores de 5 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, la inmunización salvó a muchos de morir. La OMS calcula que la vacunación impidió 15,6 millones de muertes entre 2000 y 2013.

Los niños que no acceden a las vacunas se encuentran entre los más vulnerables y desfavorecidos del mundo, como los pertenecientes a minorías y los refugiados o desplazados en alojamientos provisorios, dijo Jos Vandelaer, el asesor principal sobre Inmunizaciones del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). “Son los mismos niños que tampoco tienen acceso a servicios de salud, a agua potable, a la higiene, a la escuela, y así sucesivamente”, agregó.

Ante los recientes brotes de sarampión en Estados Unidos, Vandelaer habló sobre algunas diferencias a la hora de comunicar la importancia que tiene la vacunación en los
países del Norte industrial y del Sur en desarrollo. “En situaciones donde hay una mayor mortalidad y morbilidad, la gente muy a menudo sigue experimentando, día a día, el impacto que tiene la vacunación”.

En toda sociedad siempre hay unas pocas personas que no pueden inmunizarse, como los niños muy pequeños y con sistemas inmunes comprometidos por el cáncer u otras enfermedades. Estos niños dependen de lo que se llama inmunidad grupal como protección de las enfermedades prevenibles por vacunación.

“Un virus salta de una persona a otra, pero si una de ellas está protegida, el virus ya no puede ir más allá”, explicó Vandelaer.
“Cuando hay muy pocos niños que no están inmunizados, en realidad están protegidos por los niños a su alrededor. Por eso es importante vacunarse, no solo para proteger a las personas individuales, sino también para proteger al grupo”, recomendó el asesor de Unicef.

Kate Elder, asesora de Médicos Sin Fronteras (MSF), habló sobre el costo que tienen las vacunas y la necesidad de una mayor transparencia en ese mercado, en particular de los gobiernos de medianos ingresos.

Elder también explicó que los gobiernos expresan su preocupación sobre los elevados precios de las vacunas en la Asamblea Mundial de la Salud, el máximo órgano de decisión de la ONU que se reúne una vez al año.

Los países más pobres del mundo pueden conseguir vacunas mediante la Alianza de la Vacuna GAVI, de la cual Unicef es parte. Esos Estados solo tienen que realizar un pequeño pago y el organismo cubre el resto del costo.

Sin embargo, gran parte de la población más pobre del mundo vive en países de medianos ingresos, y sus gobiernos suelen adquirir las vacunas directamente a las empresas que las venden, en un mercado regido por el secreto.

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