Ya tenemos a quien rezarle por un milagro. El próximo 29 de abril, el Vaticano va a elevar a los altares a un economista al que se considera uno de los más importantes historiadores económicos y sociólogos católicos del siglo XX.
Giuseppe Toniolo nació en 1845 muy cerca de Venecia y murió de 73 años de edad en Pisa, donde fue profesor universitario sus últimas décadas de vida. Por lo tanto, le tocó vivir una época fascinante en la historia europea.
Tenía 3 años cuando arrancó la gran revolución de 1848 y Marx presentó su Manifiesto Comunista. La ‘cuestión social’ empezaba a tomar cuerpo, es decir, la industrialización en Europa cambiaba la faz del continente, grandes masas rurales emigraban a las ciudades a ganarse la vida en un abusivo sector industrial. Las diferencias de ingreso empeoraban y las respuestas totalitarias (como la marxista) empezaban a formularse.
Toniolo asistió a colegios en la región veneciana, para luego estudiar jurisprudencia en la Universidad de Padua. En una ascendente carrera académica, a los 25 años ya era docente de ‘Economía Política’ en su universidad y desde 1883 fue profesor en Pisa.
Laico, casado y padre de siete hijos, dedicó su vida académica a estudiar la historia económica del norte de Italia y a proponer soluciones para la ‘cuestión social’. Investigó temas relacionados con el trabajo, el trabajo infantil, las pequeñas empresas y las reformas sociales. Parece que, además, tenía un gran manejo de las estadísticas.
Se opuso al materialismo dialéctico, la base filosófica del marxismo, y siempre creyó que las ideas son la fuerza que mueve la historia humana.
De toda su investigación surgieron soluciones concretas para mejorar los problemas sociales derivados de la revolución industrial y estuvo cerca del papa León XIII cuando en 1891 publicó su encíclica ‘Rerum Novarum’, que pondría los cimientos de la actual Doctrina Social de la Iglesia católica.
Basándose en esa encíclica, Toniolo publicó en 1894 el primer programa económico de la naciente democracia cristiana italiana llamado “Programa de los católicos frente al socialismo”. Nunca intervino en política pero influyó en varias generaciones de políticos italianos.
Por todo esto, hace un par de semanas, en plena crisis internacional, con el euro colapsando, el Vaticano anunció que beatificará a Toniolo. Hasta donde alcanzan los limitados conocimientos de este editorialista, es la primera persona beatificada por su labor como economista.
El siguiente paso sería su santificación, pero entre los requisitos para santificar a una persona es necesario demostrar algún milagro. ¿Y si le rezamos al beato Toniolo para que le inspire al colega? Tal vez se hace el milagro, nos salva a todos y hasta asciende en los altares.