Las restricciones a las importaciones van a seguir este año, porque el Gobierno no ha conseguido el ingreso de más dólares a la economía nacional, sea a través de mayores exportaciones, inversión extranjera o financiamiento internacional.
Aunque Ecuador se comprometió con la Organización Mundial de Comercio (OMC) para eliminar las salvaguardias hasta junio próximo, el Presidente de la República anunció la semana pasada que esta medida pudiera mantenerse, porque el precio del petróleo ha caído a niveles por debajo de los USD 20 por barril. Aunque lo anterior es cierto, el anuncio presidencial también confirma que su modelo económico ha sido incapaz de reducir la dependencia del petróleo en nueve años, que el cambio de la matriz productiva aún es un mito y que las medidas económicas se limitarán a atacar las importaciones.
Las empresas que habían planificado sus estrategias considerando la eliminación de las salvaguardias, ahora tendrán que ajustar sus planes a un escenario donde las salvaguardias serán, en el mejor de los casos, similares a las que se vienen aplicado desde hace un año.
Pero no solo las empresas deberán prepararse para un entorno donde será más caro importar bienes y servicios. La semana pasada, el Ministerio de Turismo subió los precios de los pasajes de avión, lo cual significa encarecer las importaciones de un servicio como el turismo. Quienes salgan del país deberán pagar USD 50 por concepto de la tasa Ecodelta, lo cual significa que el precio de esta tasa aumentó en 150%.
Como sucede con el Impuesto a la Salida de Divisas, si se encarecen los pasajes para salir del país también se pierde el atractivo para que un turista llegue a Ecuador, pues a su salida pagará más. La medida afecta las exportaciones nacionales de servicios turísticos, lo cual va de contra de una política de promoción de exportaciones para atraer dólares a la economía nacional.