La dirigencia indígena no puede librarse de los males que aquejan a la política ecuatoriana. Han pasado un poco más de 8 meses desde que se posesionaron los 27 asambleístas de Pachakutik y, al día de hoy, dos han salido de sus filas y 9 se han declarado en rebeldía.
La radicalización de posturas, la falta de preparación y de experiencia, así como la prioridad que dan muchos de sus dirigentes a sus intereses estrictamente personales, terminan por socavar su desempeño y, con ello, la posibilidad de llegar a acuerdos.
Al igual que otros bloques e incluso de la misma presidencia de la Asamblea Nacional, no han asumido a cabalidad con su rol de legislar y fiscalizar. Sus acciones han sido erráticas, poco consistentes y alejadas de las aspiraciones que tienen la mayoría de los ecuatorianos, volviendo a repetirse la dinámica de legislaturas pasadas.
Pero el problema más delicado de Pachakutik no solo tiene que ver con esta falta de unidad y de liderazgo dentro de la Asamblea Nacional sino con la interferencia que ejerce constantemente el presidente de la Conaie, Leonidas Iza. El presidente de esta organización, arrogándose funciones y extralimitándose en el alcance de su cargo, ha tomado la iniciativa de convocar a varios asambleístas y dirigentes de Pachakutik a una comparecencia por el cometimiento de un “llaki” o falta grave.
En una notificación dirigida a la presidenta de la Asamblea Nacional, Leonidas Iza afirma que asambleístas y miembros del Comité Ejecutivo de Pachakutik “han demostrado una actitud antiética, inmoral, incoherente, desleal con el proyecto político e ideológico del movimiento indígena…, lo que pone en riesgo la vida, el trabajo, la subsistencia al apoyar propuestas que benefician solo a un grupo de poder político, en detrimento del pueblo pobre, a quien la Conaie y Pachakutik nos debemos”.
Por lo que se ha podido constatar hasta la fecha, Iza no actúa en función del pueblo pobre sino de sus propios intereses políticos y en plena coordinación con el correísmo. La ira e inconformidad de Iza se da a raíz de la falta de apoyo de los asambleístas de Pachakutik al Informe elaborado por la Comisión de Derechos Constitucionales de la Legislatura, el cual proponía, sin pruebas y sin ningún fundamento, la destitución del presidente de la República por el escándalo de los “Pandora Papers”.
Sin embargo, Iza no critica la posición del bloque de Pachakutik cuando se hicieron de la vista gorda frente a las declaraciones de la asambleísta Rosa Cerca (“si van a robar, roben bien”), cuando salvaron con su voto y el de UNES al asambleísta Recalde por un tema delicado de diezmos o cuando se enredaron con pedidos y chantajes al Gobierno, cuando se dio la votación de la reforma tributaria.
Lo más triste de todo es que esta ruptura se está dando desde dentro de Pachakutik y del propio movimiento indígena. Están mostrando que no están preparados para cumplir el mandato del pueblo y el rol que exige el momento histórico de nuestro país.