Un ambiente de turbulencia y caos, se representa como una situación impredecible e incontrolable que genera efectos dinámicos y aleatorios de alto impacto propios de un sistema complejo de controlar. Se pueden identificar ciertas lecciones útiles de las últimas experiencias sobre todo en Guayaquil.
-Los primeros momentos influyen mucho en el efecto que se puede proyectar. Por ejemplo, en un incendio forestal la clave está en la capacidad de reacción para que un brote inesperado pueda ser controlado en los primeros veinte minutos, o el efecto expansión puede ser incontrolable si otros factores se agudizan como el calor y el viento. Lo mismo pasa con fenómenos expansivos de manera rápida y aleatoria como las pandemias.
-En estas circunstancias el liderazgo efectivo es clave. Una cualidad del líder es conocerse a si mismo, por lo que dejar el ego y designar a expertos que tomen el control operativo de la situación, delegándoles autoridad, mejorará las probabilidades de éxito.
-Los principios normales de gestión aquí no funcionan. Planificar, organizar, dirigir, coordinar y controlar son trastocados por la velocidad, las presiones, la información inexacta y el escrutinio constante.
-La interconexión de eventos obliga a entender rápido el contexto y establecer patrones de cadenas causa-efecto que ayudan a priorizar lo urgente e importante. Estas cadenas pueden tomar cursos aleatorios impredecibles por lo que la información y sobre todo la retroalimentación debe ser repetitiva con ciclos cortos de actualización para corregirla, mejorarla constantemente y apuntar mejor las soluciones.
-La comunicación permanente y honesta siempre es clave. Más aún en estos casos.
-Se exige ver los temas de manera integral, de principio a fin, considerando los efectos directos y colaterales. Un ejemplo es pensar también en los que fallecen, descentralizando los procesos dando a hospitales la capacidad de emitir certificados de defunción y traslados a cementerios.
-Es impresionante ver a empresarios, líderes sociales, personal médico y autoridades auto gestionando esfuerzos para llegar a sectores vulnerables. Complementarse con otros sectores locales y extranjeros compartiendo información y recursos puede potenciar sus impactos.
Por último, priorizar para la vuelta test de pruebas masivos y repetitivos con protocolos estrictos para proteger y separar portadores o sospechosos; disponer de medicinas y servicios médicos hasta confirmar un tratamiento efectivo o vacuna; y consensos locales junto al apoyo internacional para financiar la economía tan debilitada ahora que el petróleo vale casi nada.
Así podremos regresar a producir y recuperar de a poco la actividad, y evitar que las personas sufran más por las restricciones del confinamiento y la economía, que por el mismo virus.