La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reafirmó un temor que acosa a las capitales de Occidente: la crisis económica mundial se profundiza y la recesión parece inevitable.
“La situación es muy desalentadora” y se prevé que empeorará, dijo a los periodistas el secretario general de Desarrollo Económico en el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Jomo Kwame Sundaram.
En su informe bianual de 40 páginas, titulado ‘Situación y perspectivas de la economía mundial 2012’ divulgado el jueves, la ONU retrató un panorama bastante sombrío.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos constituyen las dos economías más grandes del mundo y están “profundamente entrelazadas”, por lo que “sus problemas pueden fácilmente retroalimentarse y expandirse en otra recesión mundial”, alerta el informe.
Los desafíos más acuciantes son la continua crisis de empleo y las malas perspectivas en materia de crecimiento económico, especialmente en los países industrializados.
El hecho de que los dirigentes políticos, especialmente en Europa y Estados Unidos, no hayan logrado abordar la crisis de desempleo ni impedir una escalada de la deuda soberana y de la fragilidad del sector financiero, plantea el riesgo más serio para la economía mundial con vistas a 2012 y 2013.
Entre los principales países en desarrollo, se espera que el crecimiento en China e India sea “robusto”. Sin embargo, el producto interno bruto (PIB) de China se enlenteció, pasando de 10,3 % en 2010 a 9,3 % en 2011, y se proyecta que se reduzca a menos de 9% en el periodo 2012-2013.
Se calcula que la economía india se expanda entre 7,7 y 7,9 % en ese lapso, lo que implicará una caída en relación al 8,5 % que registró en 2010.
Además, los países en desarrollo se verán afectados a través de los canales comerciales y financieros, señala el reporte.
La crisis de la eurozona es causa y efecto de la desaceleración económica en Europa, dijo el director de Análisis y Políticas de Desarrollo en el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Rob Vos.
A causa de la crisis, el déficit fiscal se amplió, lo que hizo aumentar la proporción de la deuda pública, agregó.
Las medidas de austeridad fiscal adoptadas en respuesta a la crisis de deuda soberana en un contexto de alto desempleo y un sector bancario atascado están perjudicando a las economías europeas y exacerbando la presión de la deuda soberana.
La incertidumbre financiera también afecta los precios de las materias primas, que bajaron en relación a los valores de principios de este año, pero que sobre todo muestran una mayor volatilidad, añadió.