Juan Pablo Lira B.

Riesgo político en América Latina

Por segundo año consecutivo el Centro de Estudios Internacionales de la U. Católica de Chile (Ceiuc) publica el índice Riesgo Político América Latina. Si la primera versión (2021) estuvo marcada por los devastadores efectos de la pandemia, la presente es una alerta sobre el creciente nivel de incertidumbre y volatilidad que enfrenta la región.

El 2021 finalizó con una recuperación económica insuficiente y modesta proyección de un 3% para este 2022. Además de la pandemia, deberá enfrentar una “triple crisis”.

La primera es de gobernabilidad. El informe Estado de la Democracia en las Américas 2021 elaborado por el centro de estudios IDEA Internacional, dice que la mitad de los países de América Latina y el Caribe muestra señales de erosión democrática. Latinobarómetro señala que la mitad de los latinos toleraría un gobierno no democrático si acaso resuelve sus problemas. Y en paralelo, los niveles de confianza hacia las instituciones públicas siguen bajos, el descontento sobre la calidad de los servicios públicos aumenta y las redes sociales imprimen una velocidad a las demandas sociales que el Estado no es capaz de procesar.

Una segunda crisis es de expectativas. Las protestas en varios países, muchas violentas y lideradas por jóvenes, hablan de expectativas frustradas. Los gobiernos no han sido capaces de adaptarse al cambio social y cultural vivido por Latinoamérica los últimos 20 años. Se construye la tormenta perfecta: una ciudadanía más exigente, una democracia incapaz de seguir el ritmo y una economía que se encamina a una nueva década perdida.

Y una tercera de certezas. La incógnita sobre el impacto de las nuevas variantes de la pandemia, los desequilibrios macroeconómicos liderados por la inflación y el escaso margen fiscal de estados más endeudados introducirán nuevas dificultades.

El populismo, el sentimiento anti-élite y el nativismo xenofóbico seguirán presentes y todo ello hará la gobernanza crecientemente compleja.

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