Hace pocos días, el gobierno a través de uno de sus ministros del área económica o el gerente del BCE mencionó que el país no atraviesa una crisis porque para que una economía se encuentre en crisis debe reunir algunos requisitos básicos: más de 2 trimestres consecutivos de decrecimiento económico, tasas de inflación mayores al 30% anual o deflación, reducciones de depósitos o créditos mayores al 20% anual y crecimiento anual del desempleo mayor a 2 puntos porcentuales.
Luego de casi 30 años de graduado de mi maestría en economía y de igual tiempo vinculado a la parte académica, nunca he conocido que hay requisitos definidos para calificar a una coyuntura económica de crisis. Lo que sí existe son criterios básicos para definir una recesión económica siendo el internacionalmente aceptado que dos trimestres consecutivos se registre tasas de crecimiento económico negativas o, lo que es lo mismo, tasas de decrecimiento económico. El año anterior, el país contabilizó 3 trimestres consecutivos de caídas del PIB, siendo el último trimestre el que mostraría una tasa positiva, crecimiento muy discutido y cuestionado por varias instituciones. Cuando se pueda conocer la realidad, muy probablemente el año 2015 muestre nuevamente una tasa de actividad económica negativa el último trimestre, con lo que todo el año mostrará un decrecimiento económico y no el 0.3% de aumento del PIB como hasta ahora sostiene el BCE.
Por esta razón, lo técnico y fundamentado sería sostener que estamos con 5 trimestres consecutivos de decrecimiento con lo que la recesión no dejaría espacio alguno de discusión. Si a esto se añade que la recaudación en el primer semestre del 2016 cae cerca del 20% frente al mismo período del año anterior, que el número de personas que han perdido su empleo en el último año se estima en 160 000, que la liquidez de los bancos no tiene demanda de crédito porque las empresas y las personas no tienen capacidad de compra o no pueden vender sus productos porque a su vez la demanda interna se ha contraído, que los atrasos del gobierno con proveedores supera los USD 2 000 millones siendo las necesidades de financiamiento del Presupuesto del Estado para el año 2016 cercanas a los USD 15 000 millones y, un proceso de endeudamiento público agresivo que se evidencia observando un aumento de cerca del 30 puntos de PIB en los últimos 7 años, es inaudito afirmar que no tenemos una crisis económica.
Han relativizado el concepto de crisis económica al nivel que les cuadre el discurso del gobierno. Claro que Venezuela, Libia y Siria están peor pero eso no significa que no estemos en crisis.
A este paso deberían recomendarles a los médicos que el nivel de glucosa máximo no sea de 125 sino de 200 para que dejen de ser diabéticos miles de personas.