Esta semana la agenda internacional vira hacia Nueva York. La ciudad cosmopolita por excelencia, donde la política, la cultura y la economía cruzan sus caminos, recibe a los representantes de los cientos de países que participan la 72° Asamblea General de la ONU.
Sin dudas se trata de un evento en el cual no solo los líderes de los países más importantes del mundo enfocan toda su atención, sino donde los principales medios de comunicación de todo el globo dedican extensas líneas editoriales en explicar y presentar las posturas políticas y económicas allí expresadas.
Quizás por ello son muy pocos los países que deciden no asistir a estas trascendentes jornadas, ya que no solo estarían rechazando una valiosísima oportunidad de establecer lazos con otros países, sino también una privilegiada tribuna para difundir un mensaje y posicionarse en el escenario internacional.
En este contexto, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, asiste por primera vez a la Asamblea General. Y lo hace tras 118 días de mandato en Carondelet, que estuvieron dedicados en gran medida a la construcción de un nuevo liderazgo, a la construcción de acuerdos políticos que permitan la gobernabilidad y al establecimiento de lazos de diálogo que fortalezcan la relación con todos los sectores representativos del país.
Pero el Presidente es muy consciente de que la construcción de este liderazgo presidencial es una tarea que trasciende el ámbito local y demanda necesariamente una nueva agenda internacional: ¿qué rol tendrá Ecuador en el escenario político y comercial exterior?, ¿qué nuevos socios comerciales tendrá?
Al bajar del característico podio de mármol verde en el cual se expresa cada líder ante la mirada de casi 200 presidentes y primeros ministros, y millones de personas que siguen los discursos por televisión, sin dudas Moreno continuará expresando la voluntad que caracterizó su administración en estos meses: la búsqueda de la paz, la reconciliación nacional, el fortalecimiento institucional, la lucha contra la corrupción y la búsqueda de nuevas y mejores inversiones en el país.
Se trata además de un ámbito que no le es en absoluto ajeno al Primer Mandatario. Desde el 2013 la ONU lo designó Enviado Especial sobre Discapacidad y Accesibilidad, función que lo relacionó con muchos países, organismos y líderes internacionales. Recordemos incluso que el nombre de Lenín Moreno había sido propuesto en el 2012 como uno de los candidatos al Premio Nobel de la Paz, al mismo tiempo que asumió en la Organización de Estados Americanos (OEA) como presidente del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Discapacidades.
Ahora, como Presidente de la República, asume un nuevo papel: reposicionar a Ecuador en el concierto de las naciones.
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