En la que muchos estimaban como una campaña electoral sumamente aburrida, por lo que creían previsibilidad de los resultados y la sistemática preparación institucional dirigida hacia ese mismo fin, de pronto ocurrió un cambio de perspectiva, como consecuencia de la eventualidad que el vicepresidente, Lenín Moreno, presentare su renuncia.
De hecho Moreno, a quien se le considera como el único político de ahora que puede reunir más respaldo que el presidente Rafael Correa, había dejado adivinar sus intenciones desde hace algún tiempo, cuando expresara la voluntad de no participar en los próximos comicios. Entonces alegó que debería atender a su salud, que estaba ya cansado de la función pública y que juzgaba conveniente que el pueblo disfrutara de un ‘respiro’.
Pero este domingo, en el curso de una excelente entrevista publicada por EL COMERCIO y realizada por Carlos Rojas y María Carvajal, añadió otras razones: sus estudios de Física Cuántica, relacionada con el fundamento de los valores humanos; análisis en torno del humor, amabilidad, optimismo, y el desagrado por el exceso visceral con que se suele llevar la política ecuatoriana así como la intolerancia que testimonian muchos de sus actores.
Recalcó el Vicepresidente de la República: “El humor es fundamental en la transformación de un país, nos vuelve mejores seres humanos, se consigue una mejor democracia y se logran mejores servidores públicos y privados”.
En cuanto a sus tareas inmediatas, Lenín Moreno señaló“que se ha logrado visibilizar a la población con discapacidad y hay la sensación de un significativo avance, porque antes no había nada, pero falta muchísimo por hacer”. Hay que trabajar sobre salud de personas con discapacidad; preparar adecuadamente a quienes se encargarán de cuidarlas; promover las maestrías en las universidades, acerca de esos mismos temas; estudiar el lenguaje de señas, la biotecnología y la cibertecnología para mejorar la calidad de vida de toda la población a la que se refieren estos afanes.
Otra cuestión medular aludió a la prensa y el poder público. El Vicepresidente aseveró como preferible que exista un exceso de libertad de expresión a que no haya ninguna. “Lo peor que puede pasar es que no se respire libertad”, dijo.
Preguntado directamente si la prensa calumnia, respondió: “No la prensa. Creo que un medio de comunicación no es responsable de lo que opine un periodista, a no ser que se comprueba su participación. Cerrarse a un hecho y decir que todos los periodistas son una maravilla también es un desacierto… Estoy seguro que si no hubiera habido esta confrontación con el Presidente, los medios serían más objetivos de sus logros. Lo importante es ser tolerantes”.
Advirtió que “hablar a futuro es difícil… Por lo menos en las próximas elecciones no pienso participar, lo que no significa no seguir participando en la política.