Fromm fue originario de Alemania. Nació en Fráncfort en el año 1900 y falleció en Suiza en 1980. Su pasión fue el psicoanálisis, la psicología social y la sociología. Examinó la conducta del ser humano, en la conflictividad de su propia existencia, el escenario de la destructividad del fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. Criticó el materialismo comunista y también, la obsesión del capitalismo por la posesión como único motivo de la existencia humana. Describió sobre el amor, el tener y el ser.
Entre sus obras más destacadas están: El miedo a la libertad, El arte de amar, El corazón del hombre, Anatomía de la destructividad humana, ¿Tener o ser? Ética y psicoanálisis, Sobre la desobediencia Y seréis como dioses. Vivió en la atmósfera de un judaísmo ortodoxo y rígido. A pesar de su origen judío, restó importancia a tener dinero y su oficio fue el de estudiar y luego el de enseñar. Influido por su abuelo. Fue único hijo y en una autobiografía (1962) dirá de su padre: «angustiado, lunático y muy neurótico, obsesivo y super angustiado» y de su madre: «propensa a las depresiones». Pero los amó y fue amado.
Profundamente humanista. Sin embargo, atravesó por cierto pesimismo de la condición humana. En su pensamiento prevalece una crítica al materialismo, y al consumismo, o la obsesión por el tener que cosifica a la persona. La complejidad del alma humana. De su destino material. De sus sueños. Las dimensiones de la espiritualidad. Confiesa que sentía lástima por quien su único motivo en la vida es ganar dinero y considerar que el único valor es el tener. De ahí esta frase: «Si mi sentido de identidad está basado en lo que tengo, en mis posesiones, se puede decir que “soy lo que tengo”. Entonces, la pregunta que surge es ¿Quién soy yo, si pierdo lo que tengo?» Si la existencia humana se justifica por lo que se tiene, entonces, pasamos a ser objetos poseídos.
Pero tal pensamiento puede llevar a un malentendido, puesto que el tener y el ser no son excluyentes. No se puede renunciar a la vida. Estamos en campaña electoral y hay que ejercer la libertad para elegir, atinar o fracasar, leamos lo que dice Fromm: «La alternativa para el ser humano es la elección entre la vida y muerte, entre la creatividad y la violencia destructiva, entre la realidad e ilusiones, entre objetividad e intolerancia, entre hermandad e independencia y dominación y sumisión». Fromm merece ser leído, si queremos comprender la condición humana.