Deben existir muchas respuestas a título de ensayo o de convicción sobre cuál es la razón de la lucha sin cesar del Gobierno contra la libertad de expresión desde el primer día de su ejercicio hace seis años. La inquietud se profundiza si se percibe que la prensa independiente en general y de manera particular los periodistas y los directores de medios no han constituido ningún obstáculo o han caído en ingenuas políticas conspirativas. Entonces, si no hay un motivo o causa inmediata que justifiquen la estrategia global y las diarias tácticas mediáticas del Régimen, hay que buscarla en razones ideológicas o concepciones políticas de raíz que no comprenden un ejercicio de gobierno -bueno o malo- sin un control absoluto de la comunicación.
En esta búsqueda es posible partir de los principios del ministro Propaganda nazi Joseph Goebbels, de los actores de la guerra fría y un poco más cercana de la matriz peronista que se enraizó en Argentina desde 1945. En todos estos esquemas predomina el objetivo final y la verdad única.
El más sistemático en este recuento fue el líder nazi que sintetizó en 11 principios la gran estrategia publicitaria del régimen de Adolfo Hitler. De ellos los que más pueden ser aplicados a nuestra vivencia son los siguientes: necesidad de un enemigo único que en este caso sería la prensa que maneja información independiente; luego, ensayar y ejercer el principio de la exageración y desfiguración que mediante la repetición incesante logra penetrar en la conciencia colectiva persuadiéndola o neutralizándola; además, entre otras prioridades es necesario referirse a la orquestación informativa: radio, prensa y televisión, incluso educacional como se pretendió en las escuelas públicas del Guayas con un programa de revisión histórica; finalmente, entre los escogidos debe referirse al principio del silencio que consiste en acallar voces críticas y disfuncionales a los objetivos del Régimen. Por eso no hay que dejar de recordar por qué dejaron sus medios originales: Carlos Vera, Jorge Ortiz, Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita, Janet Hinostroza. La mayoría estuvo ligada a medios audiovisuales que dentro de la estrategia son considerados los más seguidos. En lista de espera deben estar Alfredo Pinoargotre en Ecuador y Jorge Lanata en Argentina entre otros.
Con la prensa escrita el procedimiento es judicial y no de presión. Por eso estudian la extensión penal de la figura de la autoría coadyuvante que ya se aplicó en el caso El Universo, repitiendo los esquemas represivos de la Europa del siglo XIX, principalmente en Bélgica y Francia y recurrido en el siglo siguiente por el Código Rocco de la Italia de Mussolini.
Pueden existir otras razones, pero por lo menos estas, pueden ser repasadas por los asambleístas que votarán por un proyecto de ley de medios que no han debatido y que violaría el principio elemental de cualquier ADN”.