‘Hay un hecho que’ es el más importante de la vida pública europea de la hora presente. Este hecho es el advenimiento de las masas al pleno poderío social. Como las masas, por definición, no deben ni pueden dirigir su propia existencia, y menos regentar la sociedad, quiere decirse que Europa sufre la más grave crisis que a pueblos, naciones, culturas, cabe padecer”.
Resulta inquietante la tesis del filósofo español Ortega y Gasset, según la cual la sociedad se degrada al ser dirigida por las masas. Es particularmente interesante analizar su veracidad respecto a ciertos ámbitos de la vida. Por este motivo me reuní con Patricio Sarmiento, un ecuatoriano coordinador de diseño del renombrado instituto de alta costura Parsons y Andre Wolff, un reconocido fotógrafo de moda sueco, alrededor de una cerveza en una terraza parisina.
Nuestra conversación tenía un objetivo ambicioso, determinar si dicha tesis es válida respecto la alta costura. Constatamos que la alta costura es, por naturaleza, elitista. Esto se vuelve evidente al constatar los procesos creativos; en la población existen individuos que continuamente rompen la homogeneidad estética de las masas, estos “trend setters” son identificados por un reducido colectivo de creativos, capaces de transformar esa inspiración en colecciones. A posteriori, esos nuevos cánones estéticos irán seduciendo sucesivamente a un mayor número de individuos hasta que las masas terminan por apropiarse de ellos.
Si bien el poderío de las masas no ha modificado ese carácter elitista de la alta costura, sí ha degradado la industria de la moda hasta un punto crítico. La competencia por los mercados hace que las marcas expriman la creatividad de los profesionales, hasta el extremo en donde nos enfrentamos a una verdadera industrialización de la creatividad. Tan descompuestos son los procesos hiperacelerados de producción que incluso se utiliza el término “Fast fashion”, análogo al empleado para la comida rápida.
A pesar de estos retrocesos, existen otros elementos positivos generados por las masas. Al preguntarnos, ¿qué es el progreso en términos de alta costura? Concluimos que es el movimiento tendiente a permitir a todas las personas adoptar el estilo de vestimenta que deseen sin que sus condiciones socio-económicas lo obstruyan. En ese sentido, el actual orden social ha hecho que la moda progrese de manera histórica. Basta en considerar la existencia de grandes cadenas de ropa, como H&M, que venden a precios populares prendas diseñadas por verdaderos iconos de la alta costura.
Las masas ¿han desarrollado o degradado la alta costura? Todo depende de a cuál elemento se le otorgue mayor importancia: los procesos creativos o a la repartición igualitaria de estilo.