El domingo 3 de marzo de 1963 se realizó la cuarta carrera organizada por el vespertino quiteñísimo Últimas Noticias y no faltaron las sorpresas.
En primer lugar se cambió inesperadamente el recorrido. Ya no fue la partida y la llegada frente al Diario EL COMERCIO, en la calle Chile, con 7 kilómetros. El presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha, Oswaldo Guerra, pidió que la llegada sea en el estadio Atahualpa (inaugurado en 1951) con un recorrido -desde EL COMERCIO- de 7 400 metros. ¿Por qué semejante cambio? Porque en el estadio se realizaba ese día un homenaje del deporte de Pichincha al Presidente de la República Carlos Julio Arosemena Monroy. “Bien. Aceptado”, fue la respuesta.
La partida se dio a las 10 horas, corriendo por la calle Chile y tomando luego hacia el norte por la calle Guayaquil. Los candidatos lógicos al triunfo fueron Armando Terán, brillante primero en 1961 y 1962, y Efrén Castelo, vencedor en la primera carrera, en 1960. Así lo anunciaron las emisoras que transmitieron la prueba. De pronto, a la altura de San Blas, Alfonso Laso Bermejo alzó la voz por Radio Quito: “atención, atención, una sorpresa: el atleta de Salcedo Gustavo Gutiérrez, quien corre por el almacén El Artesano, toma la punta, seguido muy de cerca por los favoritos Castelo y Terán”.
El trío puso emoción en la jornada, disputando con fe y entusiasmo el primer puesto y recibiendo aplausos. Al llegar al estadio olímpico Atahualpa Alfonso Laso proclamó: “Gustavo Gutiérrez recorre los últimos metros con calidad, aplaudido por el presidente Carlos Julio y 40 mil aficionados. Nadie puede alcanzarlo. Sorpresa total registrando 24 minutos 59 segundos; 2o. el ex invencible Armando Terán con 25 minutos 43 segundos 3/10 y 3o. Efrén Castelo, el triunfador de la primera carrera, con 25 minutos 50 segundos. Bravo Gutiérrez”, se escuchó en ese entonces.
En 1960, en la primera carrera, Gutiérrez fue sexto, en la segunda ocupó el puesto 32, en la tercera fue octavo y ese domingo fue el triunfador absoluto. Un gran aplauso. Gutiérrez triunfó también en las carreras de Últimas -que ya se llamaban Circuito de los Barrios Quiteños y no Marathón- en 1967 y 1968 y actualmente es un serio y próspero empresario.
Pero esa no fue la única sorpresa de la cuarta carrera, la de 1963. Poco después del triunfo de Gutiérrez, Armando Terán, la máxima figura de la época, dio otra sorpresa. “Me retiro del atletismo -dijo- adiós para siempre” y explicó la causa.
“La maldita Empresa Eléctrica Quito. en la que trabajo, no me da ningún apoyo” y se esfumó del deporte. Cuando llegó a los 60 años quiso ganar en la categoría “Vilcabamba boys” y entrenó con entusiasmo pero fue otro día triste porque se ubicó octavo. Se volvió a retirar y continuó de taxista. Lo último que se supo de él es que una noche, en La Armenia en el valle de Los Chillos, fue atacado por un criminal en su taxi y alevosamente asesinado. Una triste historia de un gran deportista.
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