I Introducción: El cuerpo humano no puede viajar en el tiempo, pero, en buena hora, la mente sí. De esta manera, con nuestros pensamientos, reflexiones e imaginación, podemos trasladarnos al pasado, suponiendo lo que pudo haberse dado, si cambiaban por el azar del destino las circunstancias en un momento dado.
II Momento dado: Luego de diez intensos años de correísmo, fue sin duda un inesperado momento de quiebre desde la perspectiva política y sus efectos, cuando L. Moreno asumió el poder el 24 de mayo de 2017. La historia escrita de manera objetiva y alejada de las pasiones políticas – enfriadas – en razón del transcurso del tiempo, reconocerá en él que, gracias a su decisión – vista por algunos como traición y por otros como salvación – de tomar infranqueable distancia con el correísmo, fue vital y esencial para no caer en el precipicio del socialismo del siglo XXI.
III Preguntémonos: Supongamos, por un momento, ¿qué hubiera pasado si Moreno, una vez que tomó posesión en el 2017, no se distanciaba del correísmo? Probablemente, se hubiera dado lo siguiente: 1. Moreno no hubiese acabado su mandato, ya que Glas y Patiño apoyados por Correa lo hubiesen despechado, es decir, Moreno hubiese renunciado y consecuentemente Glas habría asumido la presidencia de la república. 2. En dichas circunstancias, Glas no hubiese sido sentenciado y peor encarcelado. 3. Para las elecciones del 2021, hubiese sido poco probable que Arauz hubiera sido el candidato a la presidencia, si no potencialmente Glas o incluso el mismo Correa, luego de su retiro voluntario de cuatro años en Bélgica y de acomodar la normativa electoral a su interés. En tal escenario, Lasso no llegaba a la presidencia ni por milagro (potencialmente decidían no los votos sino los que contaban los votos) y por consiguiente no hubiese ocurrido la disolución de la Asamblea (muerte cruzada) y por ende Noboa no sería presidente. Luisa no estaría en el mapa de las posibilidades y peor en la papeleta electoral actual. 4. En el mejor de los casos, el bimonetarismo estaría instaurado (llámase nuevo sucre, cóndor, etc…); y, en el peor, el dólar hubiera sido reemplazado, es decir, enterrado junto con las esperanzas de prosperidad y desarrollo de la gente. 5. Quizás, Franco Loor se hubiese palanqueado al Consejo de la Judicatura e incluso encaramado a su presidencia; y, quién sabe, W. Terán empoderado disputando codo a codo con Caupolicán O. la presidencia de la Corte Suprema, todos ellos aprovechando el descuido de A. Mera. 6. Evidentemente, no existirían condenas, ni siquiera juicios en contra del resto de los máximos camaradas de la revolución. 7. Diana Salazar no sería Fiscal General, y en su lugar estaría un personaje del perfil y talla del tío Galito; y, por otro lado, J.C.Trujillo no hubiera realizado su valioso y valiente aporte al país. 8. Siendo así, no existirían los casos Sobornos, Metástasis, Purga, Plaga, Independencia Judicial, Reconstrucción de Manabí, etc. 9. Como el dinero del boom de los precios del petróleo se habría esfumado entre burocracia, elefantes blancos y sobreprecios, y las cuentas por pagar habrían aumentado en razón del impulso del paternalismo socialista, el país estaría abatido por la inflación y pobreza (pero con moneda propia eso sí), sin perjuicio de la falta de libertad – todo por culpa del FMI y del Imperio por supuesto – mientras el Ecuador seguiría orientado y encaminado con vuelo ciego en la resbalosa cuesta empedrada revolucionaria, siguiendo el ejemplo y la senda tomada en su oportunidad por Cuba y posteriormente por Venezuela, y de manera particular en lo que tiene que ver con el presidente vitalicio. 10. Tendríamos profesores y asesores cubanos y venezolanos enquistados en colegios y universidades, así como expertos en diversos temas, tales como conteo de votos, control de la ciudadanía y de la prensa libre, espionaje y persecución a opositores, etc.. 11. El libro de Capaya no se hubiera escrito, ya que este quizás no estaría preso. 12. Y, por supuesto, siguiendo el ejemplo de J. P. Pozo en el 2017, el presidente de la república hubiera condecorado con la Orden Nacional al Mérito en el grado de Gran Cruz al eterno Contralor Pólit.
Conclusión: Estaríamos viviendo la “mejor” etapa republicana “democrática”, de lejos comparada con los resultados de Moreno, Lasso y Noboa juntos.-