El 24 de mayo arrancó con bombos y platillos la operación hidrocarburífera de Pdvsa en Puná. El Presidente Chávez llegó a Quito para tratar con el Presidente Correa Puná y la agenda de integración energética.
Pero los mandatarios habrían sido advertidos, puesto que no avanzaron a Puná a poner la primera piedra. Hubo protestas en la isla y toma del taladro de Pdvsa.
En esa ocasión el Presidente Correa anunció las “altísimas posibilidades” de encontrar gas en Puná. En septiembre nuestro embajador en Caracas declaró que el pozo de Pdvsa había detectado “trillones de dólares” de gas.
En estos días, con el rabo entre las piernas, Pdvsa retira su torre de perforación, en tácito reconocimiento del fracaso. Se anuncia que se va a hacer sísmica, lo que se estila hacer antes, y no después, de perforar.
Quizá tuvo razón Correa en decir que hay altísimas posibilidades de encontrar gas en Puná. Pero que lo encuentre la operación de Pdvsa eran bajísimas. Peor, trillones de pies cúbicos (no dólares).
Hay hidrocarburos en el Golfo: en el extremo norte, los campos de Ancón; en el sur, los peruanos en Zorritos. Perú saca hidrocarburos a escasos metros de la frontera. Pero en ambos casos son campos pequeños.
Quien más exploración hizo en el golfo fue Ada, que después de evaluar la sísmica perforó cerca de la isla Santa Clara, frente a El Oro. Encontró el campo Amistad, con expectativas de encontrar mucho más. Pero en 1972 se le anuló el contrato.
Pasaron más de tres décadas hasta que Amistad fuera desarrollado por EDC; su gas alimenta Machala Power. El gobierno anunció sus intenciones de declarar la caducidad del contrato.
Luego de Ada, Northwest Energy realizó sísmica y detectó otras estructuras, cercanas a Amistad. Pero no pudo continuar con el proyecto por problemas jurídicos generados por la anulación del contrato de Ada.
En el gobierno de Hurtado, CEPE se hizo cargo directamente con una plataforma alquilada a Permargo; la oposición obligó a abortar las operaciones cuando recién comenzaban.
Ada, Northwest y CEPE consideraron que la mejor opción era al sur del Golfo, no Puná.
La perforación en Puná fue larguísima. Trascendió que se había modificado el contrato para que los costos corran por cuenta de Petroecuador. Por lo que el golpe mediático de Chávez en Ecuador, lo pagamos nosotros, no él.
Hoy se anuncia que el armatoste de Pdvsa en Puná se traslada al Oriente, campo Sacha, donde también opera Pdvsa.
La salida de Pdvsa de Puná, la anunciada caducidad del contrato con EDC, y la ausencia de indicios que la chilena ENAP se preste a iniciar la exploración en el bloque costa afuera que se adjudicó -ENAP no tiene experiencia en costa afuera- significan que la ofensiva para encontrar gas en el Golfo queda en nada.