Los pueblos indígenas y las comunidades locales son algunos de los mejores administradores ambientales. Sus medios de sustento y sus culturas dependen de los bosques, el agua limpia y otros recursos naturales, por lo que tienen fuertes incentivos para manejar sus tierras de modo sostenible.
LandMark, la primera plataforma global para brindar mapas de tierras de pueblos indígenas y comunidades locales, divulgó en diciembre nuevos datos sobre almacenamiento de carbono, pérdida de cobertura forestal, concesiones de recursos naturales, ubicaciones de represas y otros temas que arrojan luz sobre el ambiente en el que existen esas tierras. Ahora, cualquiera en cualquier parte puede ver y analizar los aportes de pueblos originarios y comunidades locales e identificar las amenazas que acechan a esas tierras específicas.
Los pueblos indígenas y las comunidades locales poseen una cantidad considerable de las tierras del mundo.
Más de 50 por ciento de las tierras mundiales son comunitarias, propiedad colectiva de pueblos originarios y otros grupos locales, y administradas principalmente bajo acuerdos de tenencia consuetudinaria.
A continuación, un mapa muestra las tierras indígenas en naranja y las comunitarias en azul a través de la Amazonia; los colores más oscuros indican tierras documentadas con un título o certificado. Tierras comunitarias hay en todos los continentes, excepto en la Antártida, y África posee más que cualquier otro. Sin embargo, tanto los pueblos originarios como otras comunidades cuentan con derechos legales sobre apenas una fracción de los predios que ocupan, y aún menos cantidad de esos territorios están formalmente registrados y documentados ante el gobierno. Esto aumenta la posibilidad de que gobiernos, corporaciones u otras elites poderosas se apoderen de esas tierras.
Las tierras indígenas cuya tenencia está garantizada a menudo poseen menor deforestación que otras áreas.