Así fue anunciado Jesús por el Profeta 800 años antes. ¿2.800 años después, qué sentido tiene para Ecuador?
La estadística ecuatoriana dice que más del 90% de sus habitantes es cristiano (católico o evangélico), pero es el país con uno de los índices de corrupción más altos del mundo y en que el 10% acepta que “se robe pero que se haga obra”(¿?), algo está equivocado, nó en la estadística sino en los que dicen ser “creyentes cristianos” pero no dejaron que la verdad de Jesús les cambie la vida en forma práctica y tangible, porque un cristiano de verdad no maneja en las calles violando la ley y poniendo muerte en las vías, pues sabe que Dios mandó: “No matarás”.
La satisfacción profunda de su vida la tiene en hacer el bien, no en la mentira transitoria del alcohol o la droga.
Sabe que la forma más objetiva de adorar a Dios es demostrar amor al prójimo respetándolo.
Ni el femicidio, ni el maltrato a la mujer ni a los niños tienen lugar, pues aprendió a ver el rostro de Dios en ellos.
Honra su hogar y matrimonio, pues sabe que son el verdadero altar que Dios manda respetar al igual que al anciano cuidando sus pensiones de jubilación.
País “cristiano”en el que explotamos al venezolano que huye de la violencia para encontrar nuestro menosprecio e indiferencia; sociedad violenta y procaz, en donde parecería que Herodes se reencarna en aquellas que lanzan bebés recién nacidos en los basureros o baños públicos, como sucedió en Carapungo hace pocos días.
100 cadáveres de bebés sin nombre fueron enterrados en 2018 cuyas madres o padres les robaron el derecho a vivir, filosofía coincidente con la del Ministro de “Derechos Humanos” que no entiende que el primero de esos derechos crece autónomo en el vientre de una mujer como le ocurrió también a María santísima.
Inundados de árboles multicolores, y teñidos de sangre de inocentes víctimas de la delincuencia, de mujeres maltratadas y asesinadas, de niños destrozados, de lágrimas de hogares que tienen que escarbar en la basura para encontrar sustento mientras los aviones y comitivas vehiculares oficiales no cesaban de dar la “vuelta al mundo”, menospreciando al Evangelio sanador, prefiriendo complacerse con un “Patria tierra sagrada” para halagar el ego de los que ayer u hoy ocupan las dignidades públicas o privadas no para multiplicar el pan entre los hambrientos, sino para repartirlo entre sus secuaces.
¿Podrá entender Ecuador las consecuencias de haberse apartado de Emmanuel, Mi Jesús?
“Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia …, porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán limite ..” (Isaías, aún por cumplirse).