Inédito. En el lapso de 7 días los dos diarios más influyentes de los EE. UU., el New York Times y el Wall St. Journal, destacaron en primera plana artículos sobre el Ecuador. Se trata de temas de largo aliento vinculados a la energía.
Ambos diarios buscan equilibrio en su reportaje, dentro de su sesgo ideológico. El Times está comprometido con el ecologismo irredento. En su edición del sábado 14 aborda el desarrollo del campo ITT, que angustia a los reporteros, opuestos a la actividad petrolera en la Amazonía. Cayeron en el hechizo de la propuesta de Rafael Correa al mundo de no sacar petróleo del Yasuní a cambio de USD3.600 millones. Correa, pragmático en materia ambiental, astuto, audaz y manipulador, logró su objetivo: una imagen de ícono mundial del ambientalismo, y a la vez amortiguaba la oposición a la apertura petrolera del Yasuní. La propuesta nunca tuvo posibilidad de éxito. Hay otras áreas del mundo tan importantes ecológicamente como el Yasuní, donde la alternativa económica es la explotación maderera, por lo que era mucho más barato financiar su no explotación, de lo que es el Yasuní. El Times concluye que lamentablemente las necesidades económicas se imponen a la agenda ambientalista. El ITT va.
El Journal, más alineado con la visión estratégica de las élites estadounidenses, destacó en su portada del sábado 21 el monumental fracaso de Coca-Codo Sinclair, que tiene al servicio eléctrico del Ecuador pendiente de un hilo. El caso Coca-Codo le sirven de ancla al Journal para tratar los problemas de obras de infraestructura realizadas por China en todo el mundo. Porque Coca Codo, por su tamaño, costo, y el peligro en que ponen al país receptor, es el caso emblemático de un proyecto chino fracasado.
China se ha demorado en dar una solución integral a Coca Codo, y está pagando una elevada factura en reputación. Se estima Ecuador se habría salvado de sufrir un gran apagón este estiaje, pero el peligro se volverá a presentar en octubre. Al filo de la navaja.