El actual Gobierno ha dado señales de querer transparentar la situación económica que atraviesa la caja fiscal, pero eso no se refleja en la Pro forma 2017. En ella se inflan los ingresos para aparentar que el déficit fiscal se está reduciendo y, por tanto, las necesidades de financiamiento serán menores en el presente año.
Si bien el Presidente ha dicho que la situación económica es difícil, que su antecesor no le dejó la mesa servida y que las obligaciones del Estado son mayores a las que se creía, la Pro forma que empezará a analizarse esta semana en la Asamblea no muestra en su real dimensión el problema fiscal. De ahí la necesidad de transparentar, al menos, tres temas para tener certezas sobre lo que se viene: los ingresos tributarios, los petroleros y el plan de endeudamiento.
Hasta el mes pasado, las recaudaciones por impuestos sumaron USD 7 989 millones, sin tomar en cuenta las contribuciones solidarias. Hasta fin de año, es decir, en los cinco meses que quedan, el Gobierno prevé que obtendrá 14 760 millones, lo cual es improbable considerando la tendencia y los históricos de recaudaciones en los meses que quedan. En el mejor de los casos conseguiría 13 900 millones. Ahí ya existe una sobreestimación de ingresos por cerca de USD 860 millones.
Algo similar ocurre con los ingresos petroleros, donde no está claro el saldo entre lo que obtiene el Fisco por venta de crudo versus lo que debe pagar por la extracción del petróleo, preventas de crudo y obligaciones atrasadas con las petroleras privadas.
En tercer lugar, la política de endeudamiento público de los últimos años llevó al Fisco a superar el límite legal del 40% de la relación deuda/PIB. Eso obliga al Régimen a presentar un plan para bajar ese indicador.
Los alcances de ese plan se desconocen, así como el programa económico con medidas para aumentar los ingresos y bajar el gasto. No hacerlo este año significará patear el problema para el 2018.