Hasta el sábado 17 de agosto, las 13 organizaciones políticas nacionales podrán realizar sus elecciones primarias, para definir sus candidatos a la Presidencia de la República, a la Asamblea Nacional y al Parlamento Andino, con miras a las elecciones generales del domingo 9 de febrero de 2025.
Hasta el momento, los partidos que concentraron la mayor votación y, en consecuencia, fueron los finalistas de las elecciones de hace un año, ya tienen sus fórmulas: ADN y RC. Las demás agrupaciones (Centro Democrático, Pachakutik, Unidad Popular, Democracia Sí, partido Socialista, Avanza, Partido Social Cristiano, Movimiento Amigo, Sociedad Patriótica, Creo, Construye, Izquierda Democrática y Suma) irán cerrando sus procesos en las próximas horas.
Por el partido de gobierno, Acción Democrática Nacional (ADN) se ratificó que el presidente actual, Daniel Noboa, será su candidato. Ocurrió, eso sí, lo obvio, escogió otra compañera que le acompañe como candidata a la Vicepresidencia. Optó por María José Pinto, secretaria técnica de Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil. La Revolución Ciudadana (RC) también repite su candidata a la Presidencia con Luisa González, que por segunda ocasión tercia. Junto a ella está Diego Borja, el exministro de Economía y Finanzas del correísmo.
Más allá de los nombres que escojan las otras agrupaciones, por el momento ADN y RC pudieran ser nuevamente los protagonistas de la contienda. Citemos algunas razones. La primera es que, si tomamos como punto de partida las proyecciones numéricas de las últimas semanas de los estudios de opinión pública, ADN arranca con una buena base, el presidente Noboa cuenta con alrededor del 50 al 55% de aceptación a su gestión, pese a que su imagen ha sufrido varios golpes, lo que le ha hecho descender, de ese 80% de popularidad que alcanzó a los dos meses de su gestión. Luisa González, en cambio, parte de lo que normalmente mantiene la RC, que oscila entre el 32 y el 35%, a lo que hay que agregar que también tienen algunos gobiernos seccionales con gestión de la que pudiera sacar cierto provecho.
Ambas candidaturas son buenas para hacer campañas. Noboa lo probó y no ha dejado a sus audiencias, a sus votantes, solos durante estos nueve meses de gobierno. Constantemente está en redes sociales y viaja por el país. Su esposa también juega un papel clave por el manejo de redes sociales, donde muestra la imagen de familia de ensueño y el trabajo social que impulsa, lo que le acerca a otro tipo de electores.
En el caso de González, la presencia de Rafael Correa siempre será un tema. El expresidente no deja de opinar, descalificar, criticar y atacar, para mantener viva la relación con sus seguidores y despertar las pasiones y las posiciones polarizadas, que se difunden fácilmente a través de las redes sociales. Para este movimiento, la división ha sido una estrategia necesaria, amplia y profundamente utilizada y no hay visos que aquello vaya a cambiar.
Una tercera razón es que las otras agrupaciones necesitarían un candidato capaz de romper las cifras que manejan ADN y RC. Para ello requerirían un outsider que, a estas alturas, la tendría muy difícil, dado que necesitaría tener un nivel de conocimiento aceptable dentro de la población, ser un muy buen candidato y tener mucha habilidad política.