El doctor Silvio Heller, dinámico autor y empresario quiteño, se ha dignado enviarme el último de sus novedosos libros, sugestivo aporte a la historiografía nacional por referirse a nuestros presidentes, desde Juan José Flores hasta Rafael Correa. Esta obra finamente editada ofrece al lector, ante todo, la oportunidad para revisar criterios; formular juicios críticos propios sobre las conclusiones de su autor sobre cada personaje, enmendar errores evidentes tanto de la opinión general cuanto de quienes los repiten, afianzarse en discernimientos ya incontrovertibles; afirmar el patriotismo y contribuir a la enmienda de modos de ser nacionales, a todas luces defectuosos y erróneos, que el doctor Heller va señalando brevemente en medio de la esquemática visión sobre cada Jefe de Estado.
En 340 páginas de moderno formato se revisan 46 ensayos biográficos, con énfasis en lo positivo, etopeyas y realizaciones de cada Gobernante. Es uniforme el ordenamiento de la obra: aparece primero un retrato a todo color, a veces afortunado; se destacan luego apretadas síntesis biográficas, en las que se prescinde de innecesarias ampliaciones y palabras inútiles, evitando -en lo posible- concesiones a la chismografía usual en las reconstrucciones históricas. Viene luego, en cada caso, una muy útil cronología de la vida y hechos de cada Mandatario. Como páginas intercaladas a cada una de estas secciones se añaden otras donde constan pensamientos fundamentales de carácter antológico de cada Presidente o sobre él, que contribuyen a configurar su imagen.
Sin embargo, los 46 jefes de Estado estudiados no llegan a constituir una nómina completa de todos los presidentes del Ecuador. Aunque se piense que los 181 años transcurridos desde 1830 hasta ahora, divididos para 4 años de cada período legal usual, deberían dar origen a 45 reseñas biográficas, parecería que una de las características del Ecuador republicano es la estabilidad política, contrariando así una realidad nacional indiscutible, pues en la nómina presentada, muchos nombres corresponden a vicepresidentes que reemplazaron a mandatarios depuestos o que fallecieron. Faltan nombres de olvidados presidentes momentáneos, como Rafael Carvajal Guzmán -quien ejerció brevemente en la época garciana-, así mismo de triunviros, cuadrunviros, pentaviros, y dictadores que no se constitucionalizaron, tales como Páez y Enríquez. Por otra parte, se señalan expresamente, con fechas de expedición, 20 constituciones políticas que nos han regido, número que vuelve indiscutible la inveterada inestabilidad política del Ecuador.
La Historia del doctor Heller, por lo general, ponderada, desapasionada, serena y objetiva, con equilibrados juicios críticos, le hará merecedor de la acogida general, aunque también de no pocas polémicas.