Presidente, leí el resumen de su intervención del sábado 24 de marzo del 2012, en que fue repetitivo en que quiere que impere la verdad.
Los ecuatorianos habíamos leído y escuchado de usted frases similares y hemos estado en espera que usted demuestre su práctica.
Decir la verdad también implica coherencia y rectificar cuando se debe.
Parece que usted tiene la debilidad de que las palabras se le salen. Lo estamos viendo en su duda de asistir a la reunión de gobernantes del Continente en Cartagena, los días 14 y 15 de abril del 2012, que ha motivado que la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María de Los Ángeles Holguín, diga “Correa ha dicho tanto que no irá a la Cumbre que no sabe cómo decir que sí”. Agregando “he llamado al Canciller de Ecuador toda la semana y no pasa al teléfono”.
Usted ha dicho algunas verdades sobre las ‘Cumbres’: que no debe haber una Cumbre de la Región sin la presencia de Cuba; y, que las Cumbres –realmente todas, no solo aquellas que usted acusa, porque el Gobierno de los Estados Unidos de América la condiciona- de no tener continuidad en políticas y acciones concretas, son solo compromisos discursivos.
Pero, antes de pretender que otros gobernantes de la Región se sumen a su voluntad de no ir, en caso que no se invite a Cuba, ¿lo conversó con los presidentes de la Región, fuera de Estados Unidos?
Yo creo que darle fuerza al pensamiento de que no hay Continente Americano sin Cuba, ya se logró; y, que Correa debe ir a la Cumbre.
En lo interno, uno de los mayores atrevimientos por la verdad es una investigación imparcial del 30 de septiembre del 2010, que no pase por solo aceptar la pretensión presidencial de silenciar a quienes discrepen con la versión oficial, ni que a priori se condene a quienes tomaron la decisión del asalto al Hospital de la Policía, sin las prevenciones de los Convenios de Ginebra, así como por los hechos subsecuentes que destruyeron evidencias que debieron protegerse.
Un hecho reciente, el de la valija diplomática con cocaína líquida, capturada en Italia. Cuantas ligerezas y contradicciones, más allá de que no haya autoría de funcionario de alto nivel del Gobierno. Un reglamento publicado en el Registro Oficial de “edición especial”, una versión de la Cancillería pretendiendo minimizar el peso de la droga, desmentida por la Policía italiana, y otras incoherencias.
Otros temas podrían ser demostrativos de que está asumiendo la vocación por la verdad. El caso Ivanhoe. La posibilidad de la mayor producción petrolera del Ecuador –bloque 20 de la Amazonía- entregada a un grupo vinculado a antes prontuariados en EE.UU. por severos daños ambientales.
Sí, presidente Correa, demuestre que practica lo que expresa en sus palabras, atrévase a la verdad.