Un niño de 9 años ha perdido a su padre. La última conversación con este fue desde su celular. Atrapado en una de las torres, su progenitor está seguro de poder salvarse del atentado. Van varias llamadas hasta que deja de sonar…Un silencio invade el espacio vital de Oskar, inventor, escritor de cartas y detective amateur. Y empieza una saga estremecedora de alguien que intenta acoplarse al desastre y comprender el desamparo, la vida y la muerte, el propósito de existir. Su extraña vida decurre ligada a la búsqueda de una cerradura que calce con la llave, y la palabra “black”, que han quedado como últimas pistas de la breve existencia de su padre. Dolor y humor invaden las páginas del libro de Jonathan Safran, ‘Extremely Loud and Incredibly Close’ (‘Extremadamente fuerte e increíblemente cercano’) que fuera pasada al cine con Tom Hanks y Sandra Bullock y que en castellano se denomino ‘Tan cerca y tan lejos’.
A propósito de esta novela, hace pocos días se vuelve a recordar el undécimo aniversario del atentado que abrió los ojos del mundo ante la lucha que se libraba entre cristianos y musulmanes, entre unas creencias y otras, entre un tipo de economías y otras y, finalmente, entre las desigualdades fehacientes y diferencias no respetadas, que hoy más que nunca se siguen descubriendo vía los medios de comunicación masiva.
Una película de medio pelo, realizada por un desafortunado director de cine, vista en YouTube, estremece el mundo árabe. Desde el asesinato del Embajador estadounidense en Libia, las fanáticas facciones musulmanas en distintos lugares del orbe siguen, hiriendo, asesinando, atropellando, quemando banderas de aquel país. Una chispa que encendió el fuego que venía cocinándose desde hace décadas. Muchos editorialistas han hablado sobre ello. No pretendo ser original en mis cavilaciones sino usar estos hechos para preguntarme una vez más si la prensa libre debe ser tan libre que cualquier persona u organización en el mundo, por mal informada y mediocre que esté, pueda decir y publicar lo que sea sin control alguno y causar graves reacciones que atentan a la seguridad de una nación o una región.
El tema sensible y de fondo es el del derecho adquirido históricamente de que la información circule libre y democráticamente. Pero… qué información y cómo, a quién protege, de qué la protege, cuál es lícita, cuál ilícita. ¿Cómo introducir valores éticos en el uso de la prensa libre virtual? ¿Cómo manejar el tema del secreto, el silencio, la discreción, cuando la gran mayoría del mundo occidental cree en descubrirlo todo, en desdoblar lo privado en lo público? La novela citada líneas atrás trata magistralmente el tema de cómo y qué siente Oskar cada vez que la prensa hace declaraciones sobre el atentado del 2001.