El Ejecutivo envió a la Asamblea la terna para reemplazar a Jorge Glas en la Vicepresidencia. Lenín Moreno ubicó a María Alejandra Vicuña como primera en la lista y así, implícitamente, le dio un mayor respaldo que a María Fernanda Espinosa y Rosana Alvarado.
Si en el Legislativo no se logran los votos suficientes para elegir a una de ellas, la Constitución señala que será posesionada la primera de la terna.
¿Por qué María Alejandra Vicuña? La también ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda ha jugado un papel fundamental en los primeros meses del Gobierno.
En especial en la pugna que existe en el oficialismo. Al haber sido parte del frente que ahora se auto proclama como correísta, Vicuña se convirtió en un puente entre el Ejecutivo y esa facción de Alianza País.
En unos casos para agotar los mecanismos de diálogo y tratar de atraer más respaldo para Moreno. Y, en otros, para contrarrestar la arremetida de sus compañeros que se han radicalizado.
Por ejemplo en Guayas, bastión del movimiento político Alianza Bolivariana Alfarista, donde ella se formó, logró desactivar a los grupos de Alianza País controlados por Jorge Glas y Marcela Aguiñaga (correístas). Atrajo a la mayoría de dirigentes cantonales y logró re encausar su trabajo -y el de otras organizaciones, gremios y asociaciones- en favor de la consulta popular propuesta por el Ejecutivo. En este sentido, Vicuña demostró ser una política pragmática y de resultados. Moreno le pidió que haga de la Consulta una realidad y así fue.
El mensaje del Presidente al enviar esa terna es que seguirá priorizando lo político-partidista en su agenda. Incluso por sobre el descontento que pueda generar Vicuña en la sociedad civil y los partidos de oposición, que no se olvidan que fue una defensora tenaz de las propuestas del correísmo, en el anterior Gobierno. Abogó por la reelección indefinida y la ley sobre la plusvalía.
Precisamente lo que hoy se quiere eliminar, con la Consulta.