La popularidad
Los resultados de la consulta demuestran que, aproximadamente, el 53% de los ciudadanos que acudieron a las urnas no estuvo de acuerdo con las preguntas planteadas por el Presidente Correa; es decir, la mayoría de ciudadanos no le depositó su confianza, contando los votos por el No, nulos y blancos, como debe ser.
El declive de la popularidad del Presidente, aun cuando haya elevado los gastos en el área social, en bonos y subsidios, se debe al estilo de gobernar autoritario y pendenciero, al uso de un lenguaje lleno de insultos, ofensas, ironías y burlas en contra de quienes considera, no sus adversarios, sino sus enemigos y al abuso de la propaganda y cadenas que está cansando a los ecuatorianos.
Además, se ha empeñado en atacar a los periodistas y a los medios de comunicación independientes que tienen la aceptación y simpatía de los lectores al recibir la información de los acontecimientos que ocurren en el País y en el mundo. Si el Presidente aspira a detener el declive de su popularidad, debería modificar el estilo de su gobierno, llamando a la unión de los ecuatorianos, dejar de perseguir a los indígenas, a los periodistas y a quienes no coincidan con su criterio, desistir en el empeño de ofender a la prensa libre y detener los juicios con millonarias indemnizaciones.