Voy a plantear algo muy controversial, pero en lo que creo férreamente: la camiseta de la selección ecuatoriana no la pueden usar todos. No es un tema legal, no soy tan idiota. Es un tema moral. Es un tema ético. Los corruptos, los ladrones, los sinvergüenzas que se lucran del Estado, los que destruyen el país, no deberían tener el derecho ético de usarla.
Por ejemplo, todos los mineros ilegales, no pueden usar esa camiseta. El desempeño del país -no solo a efectos de fútbol y de otros deportes, sino de todo- se lo hace a pesar de ellos, no gracias a ellos. Estos tipejos están demacrando nuestro territorio, ¿con qué cara se atreven a ponerse esa camiseta?
Yo he denunciado las irregularidades de la administración de Jorge Yunda; particularmente en la administración del agua, en la Epmaps. Ahora él tiene una sentencia que le impide ser candidato, y con triquiñuelas jurídicas de última categoría ha logrado postularse para un nuevo revolcón con la administración de la capital. ¿En serio tiene el descaro de vestirse de amarillo? Señor Yunda, esa camiseta no le queda. Yo sugeriría una con bandas blancas y negras.
Susana González, la Prefecta del Guayas, está haciendo una campaña electoral ilegal. En este momento no se puede hacer campaña. Esos actos son ilícitos. La democracia y los procesos electorales, junto con la falta de institucionalidad -ninguna administración la sanciona- explotan debido a su quemeimportismo del bienestar de todos los ecuatorianos. No señora González, esa camiseta tampoco es para usted.
Ponerse la camiseta, ponerse la camiseta, ponerse la camiseta, esta frase no solo hace referencia al acto de colocarse encima una vestimenta. Significa comprometerse con una causa. Cuando alguien se pone una camiseta de la selección debería comprometerse con el bienestar del país. Si físicamente nos ponemos la camiseta, simbólicamente también deberíamos ponernos la camiseta.