Es grato constatar que después de varios años de inercia y mal manejo de nuestros asuntos externos (me refiero especialmente al periodo de gobierno del ex presidente Correa), el Ecuador comience a dar forma a su política exterior.
Nuestro país durante ese periodo renunció a tener una política autónoma, soberana y, sobre todo, estratégica. El Ecuador simplemente reaccionaba frente a hechos y situaciones de carácter externo, en la mayoría de los casos en sintonía con las directrices fijadas por el eje Caracas – La Habana.
Hoy existe la posibilidad de dar un giro. Eso se ha podido apreciar, en primer lugar, con la decisión del presidente Guillermo Lasso de poner al frente de la cancillería a un embajador de carrera, con experiencia y muy bien formado, como es Mauricio Montalvo. En segundo lugar, comenzar a sentar las bases de lo que será la política a nivel externo: “Más Ecuador en el mundo, más mundo en el Ecuador”. En tercer lugar, mantener y fortalecer las buenas relaciones con todos los países, en función de nuestros valores e intereses nacionales.
En ese sentido, ha sido positiva la posición del Gobierno del presidente Lasso frente a la Comunidad Andina (CAN), la posición en torno de las recientes protestas en Cuba, la diplomacia de las vacunas, entre otros.
En el caso de la CAN el Presidente y el propio Canciller han manifestado que el Gobierno tiene un “compromiso con la integración” y que, como espacio natural, hay la voluntad de fortalecerla. Así como otros mecanismos de integración regional.
En cuanto a Cuba también ha sido positivo escuchar al presidente Lasso su llamado al gobierno cubano de “iniciar un proceso democrático que ponga fin a esta situación”. Es decir, solidarizarse con la situación del pueblo cubano e insistir al mismo tiempo en la necesidad de un cambio político en la isla. Situación que no ha existido desde que la dictadura de los hermanos Castro tomó el poder.
En cuanto a la diplomacia de las vacunas, pese a las dificultades que existe para acceder a número importante de las vacunas, el Gobierno ha podido conseguir suficientes dosis de diferentes laboratorios para poder avanzar con el proceso de inmunización.
No obstante, pese a los pasos positivos que se han comenzado a dar en términos externos, hay que considerar que nos encontramos como país y como región en medio de un escenario internacional post pandemia muy complejo. No solo que la globalización, la mundialización y la interconexión se han intensificado, sino que hay un aumento y agudización de la competición geopolítica global.
Eso no puede soslayarse de parte del actual Gobierno. No se trata de asumir posturas dogmáticas como, por ejemplo, firmar acuerdos comerciales sin beneficio de inventario. En los últimos días algo se ha mencionado en torno de la firma de acuerdo comercial con China. Todo debería hacerse en función del logro de nuestros objetivos e intereses nacionales.