En los últimos años el tema de la pobreza en los países de menor desarrollo relativo ha ido adquiriendo un protagonismo creciente tanto en el ámbito académico así como parte de la agenda política.
Los gobiernos han colocado como una de sus prioridades las políticas públicas para reducir la pobreza. Se han desarrollado varias teorías para definir y medir la pobreza.
Al final de la década de los años setenta, basado en el nivel de desarrollo a partir del Producto Interno Bruto ( PIB), prevaleció un enfoque economicista para definir y medir la pobreza.
Luego con el paso del tiempo, y al encontrar respuestas insuficientes se pasó a un planteamiento más integrador basado en las capacidades de las personas donde el ingreso se considera como un medio para alcanzar mejores capacidades y por ende mejores condiciones de vida.
En el debate sobre las distintas teorías que tratan de explicar y definir la pobreza destacan los esfuerzos de diversas instituciones internacionales.
El Banco Mundial, mantiene que la reducción de la pobreza no viene dada solamente por el crecimiento económico, sino por la relación entre el crecimiento y el desarrollo humano.
En este sentido, el Banco Mundial mantiene que la pobreza es un fenómeno de carácter estructural que incorpora no solamente aspectos materiales, sino socio culturales que al estar relacionados entre sí, dan paso al llamado círculo vicioso de la pobreza que es una de las causas que afecta al crecimiento de los países.
Por lo tanto, para lograr tasas sostenidas de crecimiento, hay que romper ese círculo perverso de la pobreza que afecta al crecimiento y al bienestar de la población para lo cual hay que diseñar políticas públicas que vayan dirigidas a los sectores de mayor pobreza para incorporarlos a la economía formal.
Otra perspectiva corresponde a la definición de pobreza humana que concilia los conceptos de pobreza absoluta y relativa en donde la pobreza se interpreta como falta de capacidades y oportunidades en la sociedad.
El sustento teórico se encuentra en el enfoque de las capacidades del premio Nobel de Economía Amartya Sen, según el cual el nivel de vida de un individuo está determinado por sus capacidades y no por su ingreso, ya que este último es un instrumento para obtener dichas capacidades.
Por lo cual, la pobreza se concibe como la carencia de algunas capacidades elementales como la educación, nutrición, salud y saneamiento ambiental.
De ahí, que las políticas y programas sociales se deben considerar dentro de una estrategia integral para erradicar la pobreza el acceso a capacidades mínimas que mejoren las condiciones de vida de la población.
Por lo cual es importante que al momento de analizar la pobreza, se tomen en consideración las diferentes alternativas conceptuales y de medición que permitan una mejor comprensión del problema.