Pesadilla en Nigeria

Más de 100 representantes de organizaciones civiles se unieron para presionar al Senado de Estados Unidos para que apruebe una ley contra la violencia hacia las mujeres y las niñas en el mundo y desalentar el matrimonio infantil, tras la conmoción por el secuestro de más de 200 adolescentes en Nigeria.

Un grupo bipartidista de senadores presentó un nuevo proyecto de Ley Violencia Internacional Contra las Mujeres (Ivawa, por sus siglas en inglés), que incluye fondos para iniciativas que atiendan los principales objetivos de la norma y requieran una mayor coordinación entre las distintas agencias estadounidenses que se ocupan del fenómeno.

"De aprobarse, habrá una norma y una política estatal en Estados Unidos sobre la violencia contra las mujeres que no dependerá de la orientación política de ningún Gobierno", precisó Jacqueline Hart, vicepresidenta de evaluación, investigación y aprendizaje estratégico del American Jewish World Service (AJWS) que es una organización de derechos humanos y desarrollo internacional que ayudó a instrumentar la movilización de activistas para presionar al Senado.

Este proyecto no es nuevo. Una versión anterior quedó por el camino porque a los legisladores del opositor y derechista Partido Republicano les preocupaba que pudiera utilizarse para apoyar abortos y otros derechos reproductivos de las mujeres. La nueva versión fue aprobada por la Cámara de Representantes a fines del año pasado y parece que sucederá igual en el Senado.

La violencia de género es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas en el mundo y es objeto de uno de los mayores grados de impunidad, según varias organizaciones como Amnistía Internacional, con sede en Londres, y Human Rights Watch, con sede en Nueva York. Por lo menos una de cada tres mujeres fue golpeada, forzada a mantener relaciones sexuales o sufrió otros abusos en su vida, según ONU Mujeres, entidad para la equidad de género y el empoderamiento femenino.

"El proyecto de ley concede prioridad diplomática a la necesidad de terminar con la violencia contra las mujeres y las niñas", remarcó la senadora republicana Susan Collins, una de los impulsoras de la iniciativa.

"El mundo acaba de ver un ejemplo espantoso de mujeres y niñas tratadas como propiedad y moneda de cambio político en Nigeria, donde la organización terrorista Boko Haram secuestró a 200 adolescentes y amenaza con venderlas como esclavas u obligarlas a contraer matrimonio", recordó la senadora. "Por desgracia, esa no es solo la perspectiva de dirigentes terroristas, el Centro Internacional de Investigación sobre Mujeres (ICRW, por sus siglas en inglés) dijo que una de cada nueve niñas en el mundo contrae matrimonio antes de los 15 años. Es una práctica dañina que les quita dignidad y, a menudo, atenta contra su educación, así como aumenta los riesgos para su salud y se perpetúa la pobreza", añadió.

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