Por meritorio afán de simplificar los caudales de información muy heterogénea, se ha difundido la costumbre de escoger a personajes del año, pertenecientes a los más diversos estratos de la sociedad: se suele diferenciar, por ejemplo, a las actividades y entre ellas a la política internacional, la política interna, la economía, las muchas labores culturales, el deporte y sus disciplinas más populares, también el cine, las actividades faranduleras, etc., etc. Otras clasificaciones atienden a los ámbitos geográficos. Hay personajes de cada país, cada continente, del mundo entero por último, según la repercusión del personaje sea más bien localista a que no conozca límites.
Para concretar: de hecho el prestigioso diario Le Monde, de París, designó a Julián Assange, fundador del sitio informativo Wikileaks, como el hombre de este año 2010, por haber publicado miles de documentos secretos de la diplomacia estadounidense y causado el cataclismo que era de presumir.
En Latinoamérica, pocas dudas pueden caber que la mujer del año 2010 fue Dilma Rousseff, al resultar la primera mujer que ganó la Presidencia del gigantesco Brasil, si bien para que no se olvide que estamos en este Continente, antes de posesionarse del cargo, ya estalló el primer escándalo de corrupción: lo protagonizó el futuro Ministro de Turismo, Pedro Novais al gastar fondos públicos, durante una fiesta en un motel.
Claro que otro serio aspirante del mismo 2010 es el presidente de Chile, Salvador Piñera quien obtuvo un reconocimiento universal cuando concluyó exitosamente el dramático rescate de los 33 mineros atrapados.
Mientras que si se llega al propio Ecuador, fuerza es anotar que desde el campo donde juega el Gobierno, por segunda ocasión consecutiva, el vicepresidente Lenín Moreno se mostró como el participante más efectivo, por su actitud y su obra a favor de los discapacitados. Desde el mismo sector oficial, pudo competir María de los Ángeles Duarte, la Ministra de Obras Públicas y Transporte, al haber logrado culminar con los ingenieros militares, el puente más largo del país que se vuelve emblemático de este Régimen y que une a San Vicente con Bahía en la costa de Manabí. También puede citarse al Director del Instituto de Estadística y Censos, Byron Villacís quien, desde un perfil bajo, ejecutó los recuentos de población y vivienda, el último domingo de noviembre.
Si se atiende a lo positivo. Pero los aspectos más negativos siguen relacionándose con la tortura del desempleo y sus trágicas consecuencias; por desgracia el aumento indiscriminado del salario no ayudará nada para la apertura de nuevos empleos, sino todo lo contrario. Lo mismo hay que decir de la perpetua escaramuza entre grupos sociales; la audaz y cotidiana agresión de la delincuencia y por cierto, el déficit fiscal originado en los excesivos gastos públicos y notoria fuente de angustiosas y futuras complicaciones.