Descalzo y despeinado, con la mirada extrañada de quien no logra todavía despertarse completamente, Amado Boudou escuchó en silencio al funcionario judicial que le leyó una orden de detención en su contra. Sucedió el día 3, muy temprano por la mañana, en la capital de Argentina.
Aunque ocurrió dentro de su departamento de Buenos Aires, las imágenes del humillante momento del ex vicepresidente de la Argentina (2011-2015) fueron vistas antes del mediodía por buena parte de los 44 millones de habitantes de este país sudamericano.
Boudou, quien fue ministro de Economía durante el primer gobierno de Cristina Fernández (2007-2011), fue elegido por esta como compañero de fórmula para el que sería su momento político más glorioso: cuando los argentinos la reeligieron como presidenta, en octubre de 2011, con 54% de los votos y casi 40 puntos de ventaja sobre su seguidor.
Ahora, el ex vicepresidente es señalado por un juez federal como el supuesto jefe de una asociación ilícita que habría cometido “graves actos de corrupción”. Aunque la investigación está en una etapa preliminar, el juez ordenó arrestarlo.
La impactante noticia llegó pocos días después de la detención de otro alto exfuncionario: el exministro Julio De Vido, quien manejó durante 12 años los millonarios presupuestos de las obras públicas. Y condujo a muchos aquí a preguntarse si la siguiente en la lista será la expresidenta de centroizquierda.
“El nombre del próximo preso se juega en una lotería. Puede ser Cristina, incluso, porque el gobierno está tirando a los leones a nuestros compañeros para desviar la atención del desastre económico que está haciendo”, aseguró Gabriel Mariotto, ex vicegobernador de Buenos Aires.
“No se respeta la presunción de inocencia. Los jueces cumplen órdenes”, agregó. Mariotto es un fuerte dirigente del llamado “kirchnerismo”.
Entonces comenzaron a avanzar decenas de investigaciones judiciales por supuestos hechos de corrupción cometidos durante el gobierno de Kirchner, fallecido en 2010, y los dos de su viuda.
En la mayor parte de los casos esas causas ya estaban abiertas, pero ofrecían pocas noticias de interés mientras el kirchnerismo gobernaba.
Algunos exfuncionarios de menor jerarquía y empresarios vinculados al poder fueron detenidos durante 2016 y la primera parte de 2017. Pero los dos arrestos de figuras relevantes se produjeron en las últimas semanas.
El Poder Judicial apretó visiblemente el acelerador luego de que el gobierno del presidente Mauricio Macri recibiera un claro respaldo de la ciudadanía, primero en las elecciones primarias celebradas en agosto y, luego, en las elecciones legislativas de medio término que tuvieron lugar el 22 de octubre.