Con un récord de 77 asesinatos, 2009 fue el año más peligroso para los periodistas. La ‘impunidad’ es un problema grave y una ‘severa amenaza’ a la libertad de expresión, según Unesco.
Los gobiernos deben hacer mucho más para proteger a los periodistas y juzgar a los responsables, señala un documento publicado el jueves por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Algunos Estados miembros de Unesco se negaron a figurar en la declaración de prensa sobre el informe, según fuentes consultadas por IPS. Pero organizaciones defensoras de medios de comunicación, como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Federación Internacional de Periodistas (FIP), divulgaron la lista de los países donde murieron los 77 profesionales.
Filipinas encabeza la nómina con 33 periodistas asesinados en 2009, según RSF. Por su parte, Unesco señala que hubo ‘37 periodistas asesinados’ en ese país el año pasado.
En la lista figuran países en guerra como Afganistán, Iraq y Somalia, pero también muchos que no tienen conflictos. El motivo fue impedir que revelaran información delicada sobre tráfico de drogas, violaciones de derechos humanos y corrupción.
Cinco periodistas que investigaban delitos y casos de corrupción fueron asesinados el año pasado en Rusia.
“Los periodistas se convierten cada vez más en blanco de ataques de diferentes organizaciones, desde fundamentalistas religiosas hasta mafias de narcotraficantes”, según declaró Vincent Brossel. Nueve reporteros fueron asesinados en Somalia en 2009 y cinco en Pakistán, a manos de esas entidades, según ciertas investigaciones, indicó.
También hay que tomar medidas para informar sobre cada asesinato y para garantizar que se procese a los responsables, apuntó Karskens, quien cubrió la guerra de Iraq y muchas otras zonas con conflictos.
“Si te quieren matar, lo van a hacer”, reconoció. “Pero no deberían salir impunes”, añadió Karskens.
Seis periodistas fueron asesinados en lo que va de este año. Pero morir no es el único peligro que deben soportar los trabajadores de la prensa.
Unos 178 reporteros y 120 ‘ciber-ciudadanos’ fueron detenidos desde principios de 2010, según RSF.
Unesco recordó esta semana que la agencia adoptó la Declaración de Medellín de 2007, que estipula que “sólo habrá libertad de prensa si los profesionales no sufren intimidaciones, presiones ni coerciones”. El documento declara que los Estados “respeten sus obligaciones para evitar, investigar y castigar los delitos contra los periodistas”, reza el informe de Unesco.