Paz fecunda

Tener sentido de lo importante es una frase recurrente del presidente Correa. Entonces hay que preguntarse si el juicio contra el diario El Universo, por muy significante que sea para los actores, le interesa a la mayoría de la gente. Y si la subordinación del 30-S debe seguir consumiendo las energías nacionales, como si fuera una prioridad permanente de nuestra convivencia.

La gente reclama un inmediato final para el primer caso y voltear la página del segundo, pues a los ecuatorianos nos interesa vivir en paz para trabajar con vigor, con una buena gobernanza para combatir la pobreza y la atonía social que nos sume en el pesimismo y la ineficacia. El cambio profundo que prevé la Constitución de Montecristi requiere de una paz fecunda, de una actitud positiva de todos para realmente alcanzar el buen vivir, que tantas ilusiones ha forjado.

Lo de El Universo obedece a la obsesión del presidente Correa de que la prensa nacional diga solo lo que le conviene a él, respecto de su labor y de sus decisiones. Esto solo es posible en el cielo, pues en la tierra siempre habrá contradicciones que son inherentes a la condición humana. Esta obsesión debe desaparecer y aparecer una tolerancia que justiprecie lo importante, como corresponde a un buen Jefe de Estado. Al respecto cabe recordar que cuando dos revistas que hacían feroz oposición a Galo Plaza carecían de papel para seguir publicándose, el Presidente más bien les proporcionó el papel para que le sigan criticando, en un alarde de respeto a la libertad y a la democracia.

Los ataques a la prensa son contraproducentes dentro y fuera del país. Dentro porque en la ciudadanía crece un sentimiento en contra de esta persecución con el afán de obtener 40 millones de dólares y afuera, en el exterior, porque los medios de comunicación extranjeros obviamente se solidarizan con el diario nacional, empeorando la imagen del país.

La turbulencia que prosigue por la insubordinación del 30-S también es un factor negativo que aumenta el enervamiento y consume las energías que deben ocuparse en vigorizar la economía nacional y trabajar para crear empleos como única forma del buen vivir. Es hora de aplicar el sentido de la importancia para vivir en paz, con el trabajo fecundo de todos.

El tiempo de los mandatarios es precioso y debe usarse en asuntos de alto interés nacional. Hay tantos temas de atención presidencial: la marcha de los grandes proyectos hidroeléctricos, mineros, petroleros, las repercusiones de la volatilidad económica mundial, la evaluación de la calidad del enorme gasto estatal, los juicios millonarios contra el Ecuador, el crecimiento de la inversión nacional y extranjera, el aumento de la producción con valor agregado nacional y del empleo bien remunerado.

Suplementos digitales