¿Qué pasó con las vacunas?

No es la primera vez que el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, queda mal ante la opinión pública nacional. A la ya larga lista de desaciertos se suma una más: el cargamento inicial de 86 mil vacunas contra la Covid-19 no llegó en la fecha indicada.

El Ecuador, al igual que otros países de América Latina y del mundo, atraviesa por un momento crítico debido al aumento significativo de contagios por la propagación de la nueva cepa del virus. La Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en Quito y Guayaquil no dan abasto para más pacientes. Lo mismo sucede en otras ciudades del país.

Todos supusimos que los viajes que ha hecho el ministro de Salud al exterior fue justamente para eso: asegurar un aprovisionamiento inicial de 18 millones de dosis, de laboratorios que han tenido mayor éxito en cuanto a su efectividad, como son las de Pfizer-BioNTech, AstraZeneca o Covaxx.

Sin embargo, ahora se dice que no hay cronograma. Que las vacunas vendrán en embarques pequeños de 5 mil a 15 mil dosis por semana. ¿A este ritmo cuando van a terminar de llegar los 18 millones de vacunas?
Parece entonces que la función primordial del ministro de salud es más política que técnica. Declaraciones y anuncios a la prensa para tener un impacto mediático. Distante de las urgencias y prioridades que tiene el país. El titular de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, ha sugerido que se conformen mesas de expertos para el manejo de la vacunación. Seguramente estarán pensando que si la adquisición de vacunas por parte del gobierno ha sido caótico y desorganizado, el proceso de vacunación será peor.

Y es que el proceso de vacunación requiere de muchos cuidados. La de Pfizer-BioNTech debe mantenerse a muy bajas temperaturas. De ahí que se deben seguir estrictos protocolos para el transporte, almacenaje, uso y administración de las dosis.

Una vez administradas las vacunas se tendrá que hacer un seguimiento del efecto que han tenido, confirmando si ha habido reacciones adversas o no, si la inmunización ha tenido el efecto esperado. Para ello se requerirá de pruebas de detección mucho más avanzadas. No lo que se ha usado por ejemplo de parte de ciertos municipios y unidades de salud. Esta gran tarea va a requerir de la concurrencia y participación de diversos sectores. A más de contar con un Comité de Expertos, algo que ha funcionado bien en algunos países, debería incluirse a las universidades, expertos, empresa privada, casas de salud, entre otros.

La vacunación e inmunización de la mayor parte de la población es urgente y prioritaria. No solo se trata de proteger más vidas humanas sino incluso de estabilizar la situación sanitaria para que, en base de ello, vayamos a la reactivación de la economía.

El actual gobierno termina su mandato el 24 de mayo. Hasta esa fecha pueden pasar muchas cosas. De ahí que el ministro de salud deba empeñarse de mejor manera, mostrando coherencia, probidad y certeza en todas sus acciones.

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