El papa de todos

Llegó al Vaticano a ocupar la silla de Pedro, es jesuita y se considera pecador, ha dejado de ser divino para ser humano. Sencillo, inteligente, ilustrado, práctico y además carismático, es el papa Francisco, jefe de la Iglesia Católica, que ya es conocido alrededor del mundo. Su misión es dirigir el destino de su iglesia, llegó seguro, sereno, dueño de sus actos y de sus decisiones, empezó desayunando con los guardias y jardineros de su "mansión", ha dejado de usar "las joyas de la corona", no toma vino "en vasos de oro", anda libre como el viento, se acerca a la gente y saluda con apretón de manos, acaricia a los niños, sonríe lleno de paz y sinceridad y sin ser gran orador sus mensajes llegan, porque son claros, humanos, profundos, sabios, practica la doctrina de Cristo, cumple los mandamientos y su prioridad son la paz y la solución a la pobreza.Pedimos a nuestro buen Dios que le dé salud y sabiduría para que solucione los problemas que enfrentará en el futuro, tendrá grandes desafíos, y deberá tomar grandes decisiones, estamos seguros que logrará sus objetivos, nos dará paz y unirá las doctrinas que nos llevan a un mismo Dios. Tiene carácter por eso empezó fiscalizando el Banco del Vaticano, y chequeó el asunto de los pederastas.

El papa Francisco nos trae la verdadera realidad de la presencia de Dios en nuestras conflictivas vidas, y nos da ejemplo con la suya propia de sencillez, tranquilidad, para conseguir un solo fin -la paz-, que no tiene precio, que no se puede comprar, se la gana día a día, con nuestras acciones, sin ser indiferentes ante realidades lacerantes, no nos olvidemos que el último juez es la consciencia.

Hemos tenido suerte de vivir la presencia del Papa de todos.

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