Panamá y Costa Rica son países vecinos con una población similar de 4.2 y 5 millones de habitantes y un ingreso per cápita de USD 12 mil y USD 10 mil, respectivamente. Ambos países tienen salida a los dos océanos, comparten una misma geografía y no tienen ejércitos. Están abiertos a la economía global y se disputan ser sede de multinacionales y destino de turistas y retirados de EE.UU., Europa y Canadá.
Tuve el privilegio de trabajar en los dos países y constatar que pese a su cercanía y todas estas similitudes, es difícil encontrar países con economías y culturas tan diferentes.
En el último trienio, Panamá ha crecido a un promedio del 4.1% anual, siendo ya el país de mayor ingreso per cápita en América Latina. Su déficit fiscal ha promediado 3.8%, su deuda se ha mantenido por debajo del 40% del PIB y está entre los tres países con mejor calificación de riesgo en la región.
Costa Rica se ha destacado por tener los mejores índices de educación, salud, protección social y sostenibilidad ambiental. Sin embargo, en ese período su crecimiento se ha rezagado a 2.9% anual, el déficit fiscal promedio ha superado el 6.1% del PIB y su deuda pública se disparó a casi el 60% del PIB.
Los dos países han estado igualmente expuestos a la pandemia del covid 19, pero su manejo ha sido muy diferente. Hasta el momento, Panamá ha registrado 4.992 contagiados y 144 fallecidos. Costa Rica, por su parte, ha registrado 681 casos y únicamente 6 muertes. Hay muchos factores que pueden explicar estas diferencias. Sin embargo, la base de los resultados en Costa Rica está en su capital humano e instituciones públicas de salud que han mostrado capacidad de prevención y atención de esta pandemia.
Una vez superada la emergencia sanitaria, tendrán que recuperar sus economías. Dada su precaria situación fiscal, Costa Rica ha empezado una difícil discusión de nuevos impuestos u otras opciones para financiar los gastos extraordinarios. Panamá por su parte realizó una exitosa emisión de bonos en el mercado internacional por USD 2.500 millones al 4.5% para financiar su programa de apoyo a personas y empresas afectadas por la crisis.
Este es un ejemplo de las diferencias en las capacidades fiscales que sin duda redundarán en la profundidad de la recesión y en la velocidad de recuperación de sus economías. De hecho, estimaciones preliminares muestran ya contrastes pues mientras la caída del PIB en Panamá sería de 2%, en Costa Rica sería de 3.3%.
Ecuador está librando su propia batalla contra la crisis sanitaria y económica. ¿Qué puede aprender de Panamá y de Costa Rica para esta y futuras pandemias? Parecería que la principal lección es que no son modelos excluyentes y que se podría construir uno con lo mejor de cada experiencia. Una suerte de Pana-Rica, es decir Panamá en lo económico y Costa Rica en lo social.