El propio presidente de los Estados Unidos –Barack Obama- aceptó que el 2 de noviembre recibió en las urnas una auténtica “paliza”. Tanto que de inmediato se puso en contacto con los republicanos para felicitarles y programar una conversación sobre el futuro de la Unión. “Buena parte de la culpa es mía y debo reivindicarme” fue su primera reacción, pero tuvo muchos deseos de añadir que recibió al país en soletas. Bien ¿qué dicen los últimos chismes de Washington? ¿Cómo le irá al Gran Jefe afroamericano en las elecciones del 2012? ¿Está jodido o tiene chance? Hemos leído algo y compartimos con los lectores.
En realidad, ya se esperaba un tsunami para los demócratas. Flotaba en los ámbitos de la potencia la idea de que el afamado Obama, sensación del 2008, había fallado. Inclusive comenzó a funcionar la perspectiva de que doña Hillary Clinton pudiera pensar en una postulación próxima. “Me ha faltado liderazgo y la economía se está recuperando muy lentamente. No he tenido buen contacto con los electores. Me he dedicado mucho al seguro de la salud, que no es muy popular”, reconoció el francote de la Casa Blanca. La paliza no fue, pues, una sorpresa, pero dejó estropeado al gobierno obamista, con los triunfantes y furibundos republicanos luciendo su mayoría en la Cámara de Representantes y solo una estrecha minoría en el Senado. Buena parte de ellos acusando por lo bajo al Gran Jefe de tendencias socialistas o algo por el estilo.
Pero Obama todavía sueña con un triunfo en el 2012, por supuesto si mejora en los próximos dos años. Resulta que los republicanos no tienen un buen candidato, con cara de vencedor. La mayor perspectiva es para Sarah Palin, postulante a la Vicepresidencia en el 2008 y muy discutida siempre. Es una extremista de derecha y –pese a todo- con posibilidades de lograr la postulación. Hillary Clinton no está descartada, pero no se hace mayores esperanzas. Inclusive funciona la velada acusación de que trabaja bastante y bien pero hasta hoy no ha logrado un golpe de efecto, como un triunfo en Irán, en Afganistán o en Israel. Los chismosos creen que puede ser candidata a la vicepresidencia con Obama, en vez del actual titular, Joe Biden, toda una decepción. Pero cualquier cosa puede suceder con los Clinton.
No faltaron otras novedades en la jornada electoral gringa. Por ejemplo, la aparición de “otro Obama” –por su origen extraño a los Estados Unidos- como el cubano-estadounidense Marco Rubio, de 39 años, quien logró una alta votación en Florida, en las listas republicanas, y está ya mencionado ya como vicepresidenciable. También se dio el interesante caso de un ecuatoriano que ganó una elección por vez primera en USA, Francisco Moya, en las listas demócratas. Así más o menos se pinta el panorama estadounidense a estas alturas y mister Obama mejor se fue de viaje al Asia