Como paciente usted asume que cuando ingresa a un hospital, los procedimientos médicos son seguros. Debo advertirle que no siempre es así. En varios países latinoamericanos hay graves problemas y usted podría morir, sobre todo si acude donde se atiende a los más pobres.
El derecho a recibir una atención de salud segura y oportuna existe solo para una parte de la población. Por errores, procesos no construidos ni evaluados, falta de protocolos y escasez de equipos y medicamentos, hay pacientes que fallecen o quedan con secuelas para toda la vida. La responsabilidad no es de tal o cual médico o enfermera, es de un sistema de salud atrasado, inequitativo e injusto.
Conozco testimonios en América Latina, con acento en el sector público, que reportan personal poco entrenado en realizar procedimientos, cadenas de errores que son evitables, mala administración de medicamentos y nulo acceso a tecnologías médicas –exámenes de diverso tipo, RX, tomógrafo, etc.–.
Es conocido por muchos expertos: en varios países no existen o no son respetados ni vigilados los protocolos de seguridad.
La OMS conmemoró el pasado 17 el día de la seguridad del paciente. Expertos, organizaciones de salud y hospitales que trabajan este tema realizaron diversos eventos. Ojalá sus esfuerzos, discurso y promesas tengan consecuencias de alto impacto. Se necesita.
Las políticas seguras de atención en salud se impulsan desde hace décadas. Pero el problema persiste. Por errores médicos fallece una persona por cada 300 que son atendidas. Para que lo dimensione: por accidentes aéreos muere una persona por cada tres millones.
Desde equivocaciones en los diagnósticos hasta la emisión de recetas con fármacos incorrectos ponen al filo de la muerte, cada año, a 138 millones de pacientes, advirtió recientemente la OMS.
Sin salud segura y oportuna se anulan las posibilidades de educación, acceso a un trabajo decente y el aporte a un crecimiento económico inclusivo. Tenemos una gravedeuda en este tema, de no pagarla seguiremos estancados en la pobreza e injusticia.